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La asociación de ganaderos del «porc negre mallorquí selecte» se ha propuesto guardar la pureza de esta variedad y protegerla de los cruces. Para ello, ayer su presidente, Bartomeu Torres, firmó un convenio de colaboración con la Conselleria d'Agricultura para que sean los mismos ganaderos los que gestionen el libro genealógico de esta raza autóctona de las Balears.

La asociación, formada por 36 payeses, pretende llevar a cabo un estricto control genético del «porc negre». Los técnicos del Ibabsa (Institut de Biologia Animal de Balears) serán los encargados, junto a los ganaderos, de organizar las visitas de calificación a las explotaciones para identificar a los «porcs negres», basándose en los estudios genéticos que ha elaborado la Universitat de les Illes Balears.

Ayer, en el mercado de Sineu, se celebró el mercado de Navidad de la «porcella de porc negre mallorquí». La asociación de ganaderos intenta recuperar, con el apoyo del Ajuntament de Sineu, la costumbre de numerosas familias mallorquinas de comprar el pavo o la lechona por Santo Tomás, que antiguamente se celebraba el 21 de diciembre. En los corrales del mercado cubierto se pusieron a la venta 37 ejemplares de lechona de «porc negre», que fueron todos vendidos a un precio que oscilaba entre las 6.500 y las 7.500 pesetas.

El conseller de Agricultura, que fue acompañado por el president del Govern, Jaume Matas, durante la firma del convenio, mostró su preocupación por el alarmismo que se ha generado por la aparición de sobrasada blanca, elaborada en las matanzas tradicionales.