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El Govern balear, a través del conseller de Agricultura, Comerç i Indústria, Josep Juan Cardona, mandó ayer un mensaje de tranquilidad a los compradores de sobrasada de la Isla y aseguró que la pérdida de color de los embutidos sólo afecta a aquellos que provienen de las matances familiares, «en ningún caso a las que se venden en el mercado».

Cardona quiso así salir al paso de algunas informaciones que aseguraban que el 90 por ciento de la sobrasada de la Isla, sin especificar su forma de producción, se había vuelto blanca.

«Hay que tener cuidado, aseguró el conseller, con lo que se dice de este tema ya que pueden perjudicar gravemente al sector, que no tiene nada que ver».

El conseller reconoció que, aunque siempre ha habido casos, los niveles de decoloración que se están dando este año no son normales y que las grandes perjudicadas son las familias que han realizado matanzas para el consumo propio.

En este sentido recordó que su Conselleria, en colaboración con la de Sanitat y Consum, ha abierto una investigación para averiguar las causas de la pérdida de color, investigación que, en caso de que se demuestre alguna ilegalidad, «dará lugar a una apertura de expediente para los culpables».

Todas las hipótesis apuntan a que el origen de la decoloración se encuentra en una partida de pimentón de mala calidad y los técnicos del Govern están trabajando en este sentido.

«Aunque sabemos que hay multitud de casos en Mallorca, afirma Cardona, y que incluso han aparecido sobrasadas blancas provenientes de matances en Eivissa, no podemos ir familia por familia para conocer la incidencia real del problema».