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JAVIER RODRÍGUEZ/EFE «La implantación de genes humanos en animales para corregir disfunciones de las personas es el futuro de la genética ya que, además de los aspectos de mejora en la calidad de vida, es una actividad económicamente interesante». De esta forma describía el presidente de la Sociedad Española para los Recursos Genéticos Animales (SERGA), Antonio Rodero, la situación actual del estudio de los genes y su aplicación en los animales.

Rodero, junto a otros 60 especialistas, se encuentra en Palma participando en el II Congreso Nacional de la SERGA que fue inaugurado por el conseller de Agricultura, Josep Juan Cardona, y que en su primera jornada, centró los debates en los «Aspectos genéticos de la conservación y la reproducción asistida».

La implantación de genes en animales de compañía se realiza en la actualidad de forma experimental pero, según los expertos, y teniendo en cuenta sus aplicaciones en, por ejemplo, problemas de crecimiento es previsible un desarrollo más exhaustivo.

«Las disfunciones con esta línea de estudio se podrían solucionar de una forma natural, sin tener que recurrir a productos hormonales sintéticos», señaló el presidente de la SERGA.