Vista aérea de uno de los pabellones.

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El Salón Náutico de Barcelona, que desde el día 28 hasta el 6 de diciembre abrió sus puertas en el recinto de Fira de Barcelona Montjuïc"1 y en Marina Port Vell (embarcaciones a flote), ha registrado una afluencia récord de visitantes: 129.000.

Durante los nueve días de convocatoria se reunieron más de 500 expositores nacionales y extranjeros con la presencia de todos los sectores de la náutica deportiva y de recreo. Con casi cuarenta ediciones y con más de 28 países representados, el Salón Náutico de Barcelona está ya igualado con el de París y sólo superado por el de Londres y Génova. Cada día el visitante podía encontrarse con un sinfín de actividades relacionadas con submarinismo, maquetación naval, presentación de regatas nacionales y extranjeras y, especialmente, contemplar el gran número de novedades que se presentaban en todos los ámbitos náuticos. Trataremos de dar cuenta de algunas de ellas.

Sin duda uno de los barcos más esperados era el Sun Odyssey 40, novedad de Jeanneau para 1999 y presentado el pasado mes de septiembre en el Salón de Cannes. Destacó entre los veleros de su eslora (12'20 metros) por el magnífico acabado y las dos ruedas de timón que facilita enormemente el gobierno. Otro de los barcos más esperados era el Sunseeker Manhattan 80, de Marina Estella.

Se trata de un crucero de larga distancia y 50 toneladas de peso que acaso destaque por su gran velocidad punta (32 nudos) y el lujo de sus interiores. Otro de los barcos emblemáticos es sin duda el Cubic 70. Es éste heredero de los clásicos Puma de los 70 que los aficionados antiguos a la vela difícilmente pueden olvidar. El diseño y optimización de prestaciones han sido desarrollados con los últimos avances en la simulación informática de dinámica de fluidos. La forma general de la carena, suave y elegante, muestra una clara vocación de navegación rápida, segura y estable durante largos recorridos, con un gran confort y suavidad de movimientos.