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Apenas un millar de personas acudieron ayer por la noche a la manifestación que convocaron los sindicatos Comisiones Obreras (CC OO) y la Unión General de Trabajadores (UGT) en Palma contra la política laboral del Partido Popular y para reclamar la reducción de la jornada laboral a 35 horas semanales.

Los sindicatos no supieron conectar con los ciudadanos y tal hecho era reconocido por el propio secretario general de UGT en Balears, Lorenzo Bravo, quien manifestaba que por lo que se reivindicaba era como para que hubieran acudido 50.000 personas. No obstante, advertía que no por ello las reivindicaciones sindicales dejaban de ser más o menos justas. En este sentido, el líder sindical señalaba que reivindicaciones como las de ayer (por la mejora de la protección económica de los parados, por la jornada de 35 horas semanales o el rechazo a la nueva ley de IRPF) «no pueden quedar en una manifestación anecdótica como la de hoy (ayer para el lector) sino que debe tener una contestación más fuerte y permanente». De esta forma, Bravo advertía al gobierno tanto de Madrid como al balear que el invierno «va a ser caliente».