Refugiados palestinos en algún lugar de Gaza. | Reuters - HAITHAM IMAD

TW
10

El líder del buró político del grupo islamista Hamás, Ismail Haniyeh, agradeció anoche a Alá el «honor» de que tres de sus hijos se convirtieran en mártires, tras el bombardeo israelí contra el vehículo en el que viajaban en Gaza, y dijo que su muerte no difiere de la del resto del pueblo gazatí, en una guerra que ya supera los 33.400 fallecidos.

«El enemigo se engaña si piensa que matando a mis hijos cambiaremos de posición», dijo anoche Haniyeh al canal catarí Al Yazhira, en referencia a las demandas para alcanzar una tregua que el grupo no ha alterado en meses. Entre ellas, el fin definitivo del conflicto, el retorno de los desplazados al norte del enclave y la salida completa de las tropas israelíes de Gaza. «La sangre de mis hijos no es más preciosa que la sangre de nuestro pueblo mártir en Gaza, porque todos ellos son mis hijos», añadió el líder, que vive desde hace años exiliado en Catar. Tres de los hijos de Haniyeh -Hazem, Amir y Mohamed- y al menos dos nietos se dirigían ayer miércoles a visitar a familiares para celebrar el fin del Ramadán, en el campo de refugiados de Shati en el norte de Gaza, cuando su vehículo fue bombardeado.

Noticias relacionadas

El líder político de Hamás estaba visitando un hospital con heridos gazatíes en la capital catarí de Doha cuando recibió la trágica noticia, según un vídeo difundido en redes que se ha hecho viral por la semblanza con la que Haniyeh escucha las nuevas y dice: «Que Dios se apiade de ellos» antes de proseguir con su visita. El Ejército israelí confirmó haber atacado a los hijos de Haniyeh, a quienes describió como «tres agentes de Hamás» encaminados «a realizar actividades terroristas», según un comunicado de anoche.

Haniyeh también aseguró haber perdido a cerca de 60 familiares en los seis meses de guerra en el enclave, entre ellos 14 en un solo ataque aéreo israelí en octubre contra una vivienda de su familia extensa en la ciudad de Gaza (norte). «La ocupación cree que, al atacar a los hijos de los líderes, quebrará la determinación de nuestro pueblo. Decimos a la ocupación que esta sangre sólo nos hará más firmes en nuestros principios y adhesión a nuestra tierra», dijo Haniyeh a Al Yazira, y añadió que todas las familias de Gaza «han pagado un alto precio en sangre, y yo soy uno de ellos».

Este ataque se produce cuando Hamás todavía tenía que dar una respuesta oficial a una nueva propuesta de tregua, mediada por Estados Unidos y Catar tras una ronda de conversaciones en El Cairo, que según filtraciones a los medios tendría una duración de seis semanas, y una primera fase en la que 40 cautivos serían liberados por unos 900 presos palestinos. Sin embargo, son muchos quienes creen que este ataque contra la familia de Haniyeh dificultará todavía más el logro de una tregua y liberación de cautivos, pese a la desesperación de algunos familiares de los 133 rehenes -alrededor de la mitad ya estarían muertos- que llevan 188 días en cautividad