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El prisionero, intelectual y miliciano palestino Walid Daqqa, quien sufría un cáncer terminal y había sido condenado a cadena perpetua por la muerte de un soldado israelí hace 38 años, falleció el domingo en prisión, informaron organizaciones que defienden los derechos de los presos palestinos.

«Lamentamos el martirio de un líder nacional que pasó su vida defendiendo a su nación y dejó una herencia nacional e intelectual. Se enfrentó a políticas de tortura, agresiones, privaciones y aislamiento, además de sucesivos delitos médicos», denunciaron este lunes en un comunicado la Comisión de Asuntos de Detenidos y el Club de Prisioneros de la Sociedad Palestina. Daqqa, palestino con ciudadanía israelí de 62 años, sufría un cáncer de médula ósea avanzado, en necesidad urgente de un trasplante.

En mayo de 2023 fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos del hospital Assaf Harofeh, al sur de Tel Aviv, tras haberle extirpado parte de un pulmón debido a otras complicaciones de salud; tres días después las autoridades israelíes lo transfirieron nuevamente a la clínica penitenciaria de Ramla, sin condiciones para atender su enfermedad.

El Servicio Penitenciario de Israel (IPS) negó a Walid Daqqah el acceso a un trasplante de médula ósea que podría salvarle la vida al no permitirle el ingreso en un hospital civil, denunció Amnistía International en agosto de 2023. Entonces la organización exigió una vez más su puesta en libertad al alegar que en prisión no podía «acceder a atención médica especializada» y a permitirle pasar el tiempo que le quedaba con su familia.

En 1999, Daqqa se casó con su esposa, Sanaa Salama, y en febrero de 2020, él y su esposa tuvieron a su hija, Milad, a través de esperma de contrabando desde la prisión, detallan medios palestinos. «El caso de Walid Daqqah ilustra la crueldad del sistema de justicia israelí hacia los palestinos, incluidos aquellos que están gravemente enfermos o moribundos», dijo Amnistía en su petición. Daqqa, condenado a cadena perpetua por su papel en el asesinato del soldado israelí Moshe Tamam, debía haber sido puesto en libertad condicional en mayo de 2023, pero un juzgado en Bersheva añadió dos años más de condena por ayudar a ingresar teléfonos móviles de contrabando a la prisión.

«Daqqa estuvo detenido durante 38 años, durante los cuales sufrió cáncer y una negligencia médica deliberada que condujo a su asesinato», denunció anoche en un comunicado la oficina de mártires, heridos y prisioneros del Movimiento de Resistencia Islámica Hamás. Es uno de los 19 palestinos que han pasado más de 30 años en prisiones israelíes, y uno de los 23 palestinos encarcelados desde antes de los Acuerdos de Oslo. El número de muertos palestinos en cárceles israelíes ha aumentado a 14 desde el inicio de la guerra en Gaza el pasado 7 de octubre, según datos de la agencia palestina Wafa. Desde 1967, 251 prisioneros han muerto bajo custodia israelí.