El presidente Joe Biden. | Reuters - Kevin Lamarque

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El gobierno de Estados Unidos ha llegado a un acuerdo preliminar con el fabricante de semiconductores Intel para proporcionarle hasta 8.500 millones de dólares en financiación directa, junto con 11.000 millones de dólares en préstamos, según un comunicado de la Casa Blanca, en la medida de mayor calado en un sector dominado por China.

Esta iniciativa, que se produce al amparo de la «Ley de Ciencia y Chips», tiene como objetivo respaldar la producción local de semiconductores y prevé la creación de hasta 30.000 puestos de trabajo y el respaldo a «decenas de miles de empleos indirectos», según el comunicado. La medida será anunciada por el presidente estadounidense, Joe Biden, en una visita al campus de Intel en Ocotillo (Arizona).

La secretaria del Departamento de Comercio, Gina Raimondo, lo calificó como un «gran acuerdo» y una de las mayores inversiones jamás realizadas en la fabricación de semiconductores en Estados Unidos. «Significa semiconductores de vanguardia fabricados en los Estados Unidos de América», ha precisado, señalando que la participación del país en la producción de chips de vanguardia es ahora cero, pero puede aumentar al 20 % para 2030 gracias en parte al programa de subsidios.

El desembolso histórico muestra que la administración Biden está apostando fuerte por Intel como parte de la Ley de Ciencia y chips. El mes pasado, la Casa Blanca otorgó 1.500 millones de dólares a GlobalFoundries, el tercer mayor fabricante de chips por contrato del mundo, para construir una instalación de producción de semiconductores en sus instalaciones de Malta (Nueva York), y ampliar las operaciones existentes también en Burlington (Vermont). En enero, el Departamento de Comercio anunció que Microchip Technology recibiría 162 millones de dólares en subvenciones gubernamentales, lo que permitiría a la empresa triplicar la producción de chips semiconductores de nodo maduro y unidades de microcontroladores en dos fábricas de Estados Unidos. Del mismo modo, en las próximas semanas se esperan otros anuncios que puedan beneficiar a la coreana Samsung y la taiwanesa TSMC.