Movilización de civiles en Gaza. | Reuters - IBRAHEEM ABU MUSTAFA

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Más de cien trabajadores de la agencia de la ONU para los refugiados palestinos en Oriente Próximo (UNRWA) han fallecido desde el inicio de la ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza, hace poco más de un mes, según un nuevo balance difundido este viernes por la propia organización. El comisionado de la UNRWA, Philippe Lazzarini, ha dicho estar «devastado» por este elevado número de víctimas, sin precedentes para la ONU en contextos de conflicto.

La lista incluye a «padres, profesores, enfermeras, médicos, personal de apoyo». «La UNRWA está de luto, los palestinos están de luto, los israelíes están de luto. Para terminar esta tragedia hace falta ya un alto el fuego humanitario», ha reclamado el máximo responsable de la agencia en un mensaje publicado en su cuenta de la red social X, antes Twitter.

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Asimismo, la organización ha hecho un llamamiento para recaudar 481 millones de dólares (unos 450 millones de euros) para responder al aumento de las necesidades en los Territorios Palestinos Ocupados de cara a finales de año. «Un mes después de un duro asedio y una guerra brutal, las necesidades humanitarias en la Franja de Gaza son colosales. Crecen por momentos», ha dicho Lazzarini. En este sentido, ha recalcado que las capacidades de la UNRWA «están al límite» incluso con el aumento del número de camiones que entran en la zona.

«Alrededor del 70 por ciento de la población se ha visto obligada a abandonar sus hogares. De ellos, más de 720.000 se encuentran en 150 refugios de UNRWA. Las condiciones en los refugios son terribles», ha puntualizado la organización en un comunicado. Además, ha recordado que desde hace más de una década, la UNRWA «se enfrenta a una crisis financiera crónica» que ha hecho que a día de hoy «no sepa si podrá pagar los salarios de su personal hasta finales de año».

La organización ha denunciado ataques sobre varias de sus instalaciones en la Franja de Gaza, donde Israel libra una intensa ofensiva como respuesta a un asalto masivo lanzado por Hamás sobre territorio israelí el 7 de octubre. Casi 1,6 millones de gazatíes han tenido que abandonar sus hogares y, de ellos, más de 740.000 están refugiados en sedes de la UNRWA, incluidas escuelas.