Miembros del ejército ucraniano disparan un proyectil desde un obús remolcado FH-70 en la línea del frente. | Reuters

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Las Fuerzas Armadas de Rusia han perdido desde el inicio de la invasión en Ucrania a entre 40.000 y 60.000 militares, según las estimaciones de los servicios de Inteligencia de Reino Unido, que elevan a entre 175.000 y 200.000 la cifra total de bajas en las tropas rusas, incluyendo también los heridos. El dato, que tendría en cuenta también a las fuerzas paramilitares aliadas de Moscú, ha aumentado «significativamente» desde septiembre de 2022, coincidiendo con la movilización parcial decretada por el presidente de Rusia, Vladímir Putin, y que supuso el reclutamiento de unos 300.000 efectivos.

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Las Fuerzas Armadas de Ucrania ofrecen un dato considerablemente mayor de bajas en el bando ruso -superior a las 140.000, según su recuento oficial-, mientras que Rusia guarda silencio sobre los efectos directos de un conflicto que está a punto de cumplir su primer aniversario.

La Inteligencia británica ha explicado que la proporción de fallecidos en comparación con el dato de heridos es alto «para los estándares modernos», un hecho que atribuye en gran medida a la «rudimentaria» asistencia médica que reciben los efectivos que sufren daños en las zonas de combate. Dentro del Grupo Wagner, una red de mercenarios afín al Kremlin que ha basado gran parte de su capacidad de reclutamiento en la incorporación de presos, la tasa de bajas también es alta. «Probablemente han registrado una tasa de víctimas de hasta el 50 por ciento», han apuntado los expertos de Reino Unido.