Zelenski junto al el secretario general de la ONU en una imagen de archivo.

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Ucrania teme represalias a gran escala por parte de Rusia tras el asesinato en Moscú de Daria Dúguina, hija del pensador ultranacionalista Alexándr Duguin, con ocasión de la celebración este miércoles, del Día de la Independencia, que coincide con los seis meses de combates. «No es una sorpresa para nadie que Rusia intente hacer algo especial estos días. Sabemos cómo actúan, cómo siempre provocan», dijo este martes el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, al reunirse en Kiev con su colega polaco, Andrzej Duda.

El sonado crimen, del que Moscú acusó directamente a Kiev, sumado a las acciones de sabotaje cometidas en las últimas semanas en los territorios ocupados por las tropas rusas y en la anexionada península de Crimea, han disparado la tensión entre ambos bandos en la retaguardia. Duda, uno de los principales aliados de Zelenski desde el inicio de la campaña militar rusa, viajó en tren a Kiev como muestra de apoyo a la independencia ucraniana. El líder turco, Recep Tayyip Erdogan, mediador en el conflicto, también participó en el foro conocido como Plataforma de Crimea, en el que defendió el retorno de la península a Ucrania, lo que consideró «importante» para la seguridad mundial.

Zelenski, que la víspera advirtió de que Moscú podría hacer algo «especialmente cruel», confirmó haber recibido información de los servicios secretos extranjeros sobre los planes de Rusia. «¿Existe una amenaza? Existe una amenaza. Creo que esta amenaza es diaria. ¿Hay información adicional? Conocemos las prioridades. Atacan las infraestructuras o las instituciones estatales, pero no veo que haya cambiado mucho desde el primer día. Rusia lo hace constantemente», destacó. En cuanto a los posibles ataques, que han llevado al Departamento de Estado a exhortar de nuevo a sus ciudadanos a abandonar inmediatamente territorio ucraniano, Zelenski admitió que podrían producirse el martes o miércoles. La Inteligencia militar ucraniana recordó este martes que el presidente ruso, Vladímir Putin, está decidido a acabar con la independencia del país vecino y está obsesionado con lanzar ataques en fechas señaladas. Esa advertencia coincide con las informaciones de la prensa occidental que, citando fuentes oficiales estadounidenses, precisan que el objetivo de los bombardeos rusos podrían ser la infraestructura civil y los edificios gubernamentales.

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La amenaza ha hecho que resurjan de nuevo los temores a un nuevo ataque contra la capital, de cuyas inmediaciones Rusia retiró sus tropas a finales de marzo. Por ese motivo, las autoridades han suspendido todos los festejos, prohibido los actos públicos durante una semana, ordenado el teletrabajo para los funcionarios de la capital y recortado el horario de trabajo de las áreas metropolitanas. «¿Qué hará Ucrania si atacan Kiev? Lo mismo que ahora. Si nos atacan, recibirán una respuesta, una respuesta contundente» y con cada día que pasa, «esta respuesta aumentará» y será «más y más fuerte», aseguró Zelenski. La respuesta ucraniana ha tomado en las últimas semanas la forma de explosiones en instalaciones militares, arsenales, puentes y líneas de suministro, lo que ha demostrado la vulnerabilidad de la retaguardia rusa. En línea con el rechazo de toda implicación en el asesinato el sábado de la rusa Daria Dúguina, el jefe del Servicio de Defensa y Seguridad Nacional de Ucrania, Oleksii Danílov, pronosticó hoy una serie de atentados terroristas en territorio ruso a manos del Servicio Federal de Seguridad (FSB, antiguo KGB) con un gran número de víctimas civiles. «Dúguina es la primera de esta serie. Ucrania, a diferencia de Rusia, no combate con la población civil», afirmó y argumentó que el Kremlin necesita movilizar a la población debido a la caída del apoyo a la guerra entre los rusos.

Sin mencionar a Ucrania, el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, advirtió este martes de que no habrá «piedad» con los organizadores del asesinato de Dúguina, hija del intelectual euroasianista Alexandr Duguin. «Considero que fue un crimen bárbaro para el que no puede haber ningún perdón», dijo en rueda de prensa después de que Putin tachara el asesinato de «vil» y «cruel» en un telegrama de pésame a la familia. Lavrov no se atrevió a juzgar si se trató de un «acto de intimidación o un ajuste de cuentas», aunque recordó que el FSB, que acusó el lunes directamente a Ucrania del asesinato, está investigando el crimen. «Espero que la investigación concluya pronto y, como resultado, por supuesto, no puede haber ningún tipo de piedad con los organizadores (del asesinato), los que lo encargaron y con los autores», señaló.

Miles de moscovitas se acercaron esta mañana al velatorio de Dúguina, a la que la víspera Putin condecoró de manera póstuma con la Orden Al Valor. La capilla ardiente, que se celebró en el edificio de la televisión pública Ostánkino, contó con la intervención de varios políticos ultranacionalistas y el director de la agencia de noticias RIA Nóvosti, Dmitri Kiseliov, que lanzaron diatribas contra Ucrania. «Vivió en nombre de la victoria. Y murió en pos de la victoria. Nuestra victoria rusa», dijo su padre, quien recordó que antes de morir su hija le dijo que se sentía una «guerrera» que lucha en el bando de la luz contra las tinieblas, en alusión a Rusia y Occidente. Mientras, el líder socialdemócrata, Serguéi Mirónov, acusó a Zelenski de ser la persona que encargó el asesinato, por lo que deberá comparecer ante un tribunal internacional. «La completa desnazificación de Ucrania es imposible sin la liquidación del régimen criminal y fascista de Zelenski», aseguró. Dúguina, cuyo asesinato fue condenado por Estados Unidos, murió el pasado sábado al estallar una bomba en la parte inferior de su vehículo cuando circulaba por una carretera en las afueras de Moscú.