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Los talibanes quieren de Alemania «relaciones diplomáticas oficiales», así como apoyo financiero y ayuda humanitaria, explicó su portavoz principal, Zabihulla Mujahid, mientras Berlín busca una vía civil para mantener las evacuaciones de afganos y nacionales alemanes.

«Queremos relaciones diplomáticas fuertes y oficiales», afirmó Mujahid, en declaraciones a la edición dominical de «Die Welt».

Los alemanes siempre fueron «bien recibidos» en Afganistán, prosigue, para recordar los cien años de buena cooperación bilateral, lamentar a continuación que «se hayan aliado con Estados Unidos» y concluir que «eso pasó ya».

Las declaraciones de Mujahid se producen tras el regreso a Alemania de su ministro de Exteriores, Heiko Maas, después de una gira por países de la región para negociar vías civiles con las que seguir con las evacuaciones de colaboradores afganos y sus familias, así como nacionales que siguen en el país.

Maas explicó asimismo que, de ser «políticamente posible» y «viable desde el punto de vista de la seguridad», Alemania se propone reabrir una representación propia en Kabul.

El ex-embajador en Afganistán, Markus Potzel, se encuentra en Doha, prosigue ese medio, donde ha mantenido conversaciones con los talibanes.

Tanto Maas como la canciller Angela Merkel defienden la necesidad de «mantenerse en contacto» con Kabul tras la retirada de Estados Unidos de Afganistán.

En el operativo de evacuaciones, el ejército alemán logró sacar del país a unas 4.600 personas, entre ellas 3.850 afganos y unos 400 alemanes, mientras que el resto corresponde a otra nacionalidades.

De estos 3.850 afganos apenas unos 640 habían sido colaboradores locales propios de Alemania o sus familiares directos.

El Gobierno alemán ha estimado en unos 40.000 el número de afganos legitimados para ser rescatados, entre contratados locales, colaboradores de ONG y otras organizaciones alemanas, activistas o periodistas, así como las personas de su núcleo familiar directo.

Para la evacuación en aviones militares se organizó un puente aéreo entre Kabul y Uzbequistán, tras lo cual esas personas eran transportadas a Alemania por la aerolínea Lufthansa.

Uzbequistán se ha mostrado dispuesta a mantener la colaboración con Berlín, siempre bajo la condición de que esas personas no se quedarán en su territorio, sino que serán trasladadas a Alemania u otros países.