Phil Hogan. | STEPHANIE LECOCQ

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El comisario europeo de Comercio, el irlandés Phil Hogan, presentó este miércoles su dimisión tras la polémica en la que se vio envuelto por asistir este mes a una cena en su país en un club de golf que no cumplía con las medidas de sanidad contra la COVID-19.
«Esta noche he presentado mi dimisión como comisario europeo de Comercio a la presidenta (de la Comisión Europea) Ursula von der Leyen», indicó Hogan en un comunicado.

Hogan indicó que «cada vez era más claro» que la controversia por su reciente visita a Irlanda «se estaba convirtiendo en una distracción de mi trabajo como comisario de la UE y que minaría mi trabajo en los meses clave por delante».

El político lamentó «profundamente» que sus vacaciones en Irlanda causase «tal preocupación» y «malestar», y volvió a insistir en que siempre intentó «cumplir con todas las regulaciones relevantes sobre la COVID-19 en Irlanda» y que entendió que había acatado «todas las directrices relevantes de salud pública», en particular tras haber dado negativo en un test de coronavirus.

«Reitero mi disculpa de corazón al pueblo de Irlanda por los errores hechos durante mi visita. Los irlandeses han hecho esfuerzos increíbles para contener el coronavirus, y la Comisión Europea seguirá apoyándoos a vosotros y a todos los Estados miembros para derrotar esta terrible pandemia», enfatizó.

Hogan aseguró ser consciente del «impacto devastador» de la COVID-19 en personas individuales y en familias, y dijo «entender plenamente» que los ciudadanos se sintieran «heridos y enfadados cuando sintieron que quienes están al servicio público no cumplían con los estándares esperados de ellos».

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En todo caso, recalcó que «es importante declarar que yo no incumplí ninguna ley» pero reconoció que «como representante público, debería haber sido más riguroso en mi adherencia a las directrices por la COVID».

Hogan ya había pedido disculpas anteriormente y ofrecido una extensa explicación a Von der Leyen sobre su participación en una polémica cena organizada el pasado miércoles en un hotel del condado de Galway por el club de golf del Oireachtas (Parlamento irlandés), en la que se incumplieron las normas para atajar el coronavirus porque había más de 80 personas.

Además, durante su estancia en Irlanda en agosto, Hogan se movió entre condados donde se había decretado confinamiento y fue detenido por la Policía al volante mientras utilizaba el teléfono móvil.

El político irlandés dijo que se marcha orgulloso de su legado en la Comisión y confió en que la historia lo «juzgue favorablemente», al tiempo que alertó de los retos que quedan por delante en la cartera que deja, como la lucha contra las prácticas comerciales desleales, la defensa del sistema multilateral de comercio basado en normas o las relaciones con el Reino Unido tras al Brexit.

También mostró su agradecimiento a Von der Leyen, sus compañeros en el Colegio de comisarios, los miembros del Consejo de la UE y los eurodiputados «por su apoyo y ánimo desde mi nombramiento como comisario europeo de Comercio», así como a su gabinete, su equipo y su familia.