TW
0

Corea del Norte ha asegurado este sábado que ha llevado a cabo otro ensayo «importante» en la Estación de Lanzamiento de Cohetes de Sohae -- provincia de Donghang-ri -- en el noroeste del país, para reforzar su «estrategia de disuasión nuclear».

«Se ha llevado a cabo otra prueba importante desde las 22.41 hasta las 22.48 horas (hora local) del 13 de diciembre de 2019 en la Estación de Lanzamiento de Cohetes Sohae», según un comunicado difundido por la agencia estatal norcoreana de noticias KCNA.

Además, la Academia de Ciencias de Defensa Nacional de Corea del Norte (ACDN) ha especificado que ha tenido «el gran honor» de recibir en el mismo terreno «las cordiales felicitaciones del Comité Central del Partido del Trabajo de Corea».

«Los éxitos sucesivos de las investigaciones científicas registradas en el campo de la Defensa recientemente se aplicarán para reforzar la estrategia de disuasión nuclear de Corea del Norte», ha agregado el comunicado.

La prueba ha tenido lugar en Sohae, cuyo desmantelamiento acordaron el 12 de junio de 2018 el líder de Corea del Norte, Kim Jong Un, y el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. De hecho, imágenes captadas posteriormente por el 'think tank' estadounidense 38 North mostraron que las autoridades norcoreanas habrían empezado a desmantelar parte de estas instalaciones.

El ensayo tiene lugar después de otro llevado a cabo también en Sohae el sábado que, según aseguró la ACDN, su resultado cambiaría «la posición estratégica del país».

En ese momento, expertos en misiles consultados por la agencia de noticias Reuters apuntaron a que se trataría de un ensayo «en estático» de un motor de cohete -- combustible sólido o líquido --. De haberse tratado del lanzamiento de un misil, sus vecinos Corea del Sur o Japón lo habrían detectado con rapidez.

Este propulsor podría ser empleado en la primera fase del lanzamiento de un misil intercontinental, según algunos observadores consultados por la agencia oficial de noticias surcoreana Yonhap. Otros expertos consideraron que podría tratarse de un propulsor líquido para el lanzamiento de satélites. Colapso democrático

Por otra parte, la semana pasada el embajador norcoreano ante la ONU, Kim Song, informó de que su país ya no discutirá con Estados Unidos la posibilidad de suspender su programa nuclear y que cualquier conversación adicional en ese sentido era innecesaria.

En respuesta, Trump contestó con un enigmático «veremos» al ser interrogado ante esta postura de Pyongyang.

«Me sorprendería que Corea del Norte hiciera algo hostil», afirmó antes de partir de la Casa Blanca hacia Florida. «Sabe que tengo unas elecciones por delante. No creo que quiera interferir, pero veremos. Pienso que quiere que pase algo. La relación es muy buena, pero hay una cierta hostilidad», añadió.

En abril, Kim Jong Un aseguró que su país daría a Washington un plazo de hasta final de año para ser más flexible en las conversaciones sobre la desnuclearización y, desde entonces, los medios estatales norcoreanos han lanzado advertencias sobre las consecuencias de incumplir ese plazo. Ninguna, sin embargo, del calibre de este anuncio.

«No necesitamos mantener nuevas conversaciones con Estados Unidos. La desnuclearización», añadió el embajador norcoreano, «ya está fuera de la mesa de negociaciones».

Aunque el presidente estadounidense aseguró que tiene intención de perseverar, sus últimos comentarios, en los que afea a Kim su gusto por realizar ensayos con cohetes de largo alcance, daban a entender un nuevo distanciamiento.

En respuesta, el régimen de Corea del Norte le instó a abstenerse de advertencias y «metáforas», ya que representan «un desafío muy peligroso» a ojos de Pyongyang.

Ni siquiera los últimos aplazamientos de maniobras militares entre Corea del Sur y Estados Unidos, que el Norte interpretaba como una amenaza a su seguridad, han sido capaz de aliviar la tensión.

De hecho, el pasado día 3, el viceministro de Asuntos Exteriores de Corea del Norte, Ri Thae Song, aseguró que cualquier anuncio de Estados Unidos sobre el reinicio de las conversaciones no era más que «un truco tonto» por parte de la Administración Trump, con el fin de utilizarlo en las próximas elecciones.

El viceministro acabó zanjando que su país «ha hecho todo lo posible para no dar marcha atrás en los importantes pasos que ha tomado por iniciativa propia», tal y como recogió KCNA.