Partidarios del expresidente boliviano Evo Morales lloran la muerte de un hombre en Sacaba, cerca de Cochabamba. | MARCO BELLO

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La Comisión Interamericana de Derechos Humanos elevó a 23 el número de muertos y a 715 el de heridos en incidentes durante la crisis en Bolivia tras las elecciones del pasado 20 de octubre. «Se totaliza por lo menos 23 personas muertas y 715 personas heridas desde el inicio de la crisis institucional y política», informó esta entidad en Twitter.
La CIDH explicó en la red social que actualiza las cifras de víctimas en Bolivia después de que «desde ayer son 9 fallecidos y 122 heridos desde la represión combinada de la policía y fuerzas armadas».

Estos datos actualizados se refieren a víctimas en choques entre cocaleros afines a Evo Morales y fuerzas del orden el pasado viernes cerca de la ciudad de Cochabamba, en el centro de Bolivia, en la jornada más trágica desde el comienzo de la crisis.
Evo Morales, que está asilado en México, escribió en Twitter que las víctimas mortales en estos disturbios son doce muertos.

La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, expresó en la misma red social que «duele tanta violencia, duele la muerte, Bolivia merece vivir en paz».

Áñez y Morales se cruzan reproches por la violencia en Bolivia, donde policías y militares mantienen desde el pasado lunes operativos conjuntos para mantener el orden.

La CIDH denunció en esta jornada un decreto del Gobierno provisional de Bolivia que exime a las fuerzas del orden de responsabilidad penal si actúan «en legítima defensa o en estado de necesidad» y bajo criterios de «legalidad, absoluta necesidad y proporcionalidad».

Negociación

Por otra parte, los legisladores del Movimiento al Socialismo, partido de Evo Morales, pidieron ayer al Gobierno de transición que ordene «repliegue» de las fuerzas armadas de las calles del país y convocaron a una reunión con los legisladores de otras agrupaciones para discutir las salidas a la crisis boliviana.

«Exigimos el repliegue de las fuerzas armadas. Hacemos un llamado para que la gente no se enfrente a su pueblo», dijo la diputada Sonia Brito.

Brito instó a la Iglesia Católica y a los organismos internacionales vinculados a temas de derechos humanos incidir para que las autoridades del Gobierno transitorio «generen paz» y que «paren la masacre». «MAS quiere pacificar este país», dijo.