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El volcán Popocatépetl, ubicado en el centro de México, registró una explosión y una emisión de ceniza que se elevó a tres kilómetros de altura además de lanzar fragmentos incandescentes a una distancia de dos kilómetros de sus laderas, informaron las autoridades.

Eso ocurrió a las 19.48 horas locales (01.48 GMT del viernes), en el marco de una jornada de intensa actividad volcánica que comenzó a las 06.50 horas (12.50 GMT) y de la que se cuentan 61 exhalaciones, según el Centro Nacional de Prevención de Desastres (Cenapred).

Asimismo, se observó la salida de fragmentos incandescentes del volcán Popocatépetl hasta una distancia de dos kilómetros sobre los flancos del volcán, señaló el organismo.

El Cenapred precisó que la columna de ceniza alcanzó inicialmente una altura de tres kilómetros y que los vientos la llevaron al sureste, donde se localizan las ciudades de Puebla y Tlaxcala, situadas a unos 45 y 55 kilómetros del cráter, respectivamente.

La misma fuente confirmó que este tipo de eventos están contemplados en los escenarios del nivel del semáforo amarillo fase 3, que fue declarada por recomendación del Consejo Asesor Científico como medida preventiva ante los cambios observados en la actividad del volcán.

Este jueves se identificaron un total de 61 exhalaciones acompañadas de vapor de agua, gases volcánicos y contenido de ceniza, además de que explosión de las 06.50 horas (12.50 GMT) generó una columna de 2,5 kilómetros de altura.

El Cenapred recomendó no acercarse al volcán, y sobre todo a su cráter, por el riesgo que implica la caída de fragmentos incandescentes, y exhortó a mantenerse lejos de barrancas por el riesgo de flujos de loco en el caso de lluvias fuertes.

El nivel del semáforo amarillo fase 3 presupone actividad intermedia alta y precede al semáforo rojo fase 1 con actividad explosiva, que supone un peligro para la población, con columnas eruptivas, lanzamiento de fragmentos incandescentes y caída importante de cenizas.

En este nivel de alertas, las autoridades de protección civil se dedican a revisar las rutas de evacuación y los albergues en caso de que pueda llegar a una etapa del desalojo de las poblaciones cercanas al volcán, que está situado a unos 70 kilómetros al sureste de la Ciudad de México.