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El plan del presidente estadounidense, Donald Trump, de imponer aranceles al acero y el aluminio amenaza con una guerra comercial mundial que, según alertaron gobiernos e instituciones, pondrá en peligro la recuperación económica y miles de empleos.

Gobiernos, instituciones, patronales, productores y mercados reaccionaron con temor a las consecuencias de esas medidas proteccionistas estadounidenses y crecieron las voces para responder «con decisión» a la amenaza.

China, uno de los países acusados directamente por Washington de ser el «gran responsable» del exceso de acero en los mercados internacionales, advirtió de que la política comercial de Trump puede afectar negativamente a la recuperación económica mundial.

Advertencia china

«EEUU ha llevado a cabo medidas antisubsidios sobre los productos de acero y aluminio. Si otros países siguen sus pasos, esto dañará al comercio internacional», advirtió una portavoz del ministerio de Asuntos Exteriores de China, Hua Chunying. Hua subrayó que la recuperación de la economía mundial es aún inestable, por lo que «todos los países deben considerar esfuerzos para cooperar y resolver asuntos relevantes» en lugar de aplicar restricciones comerciales unilaterales.

El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, advirtió de que la UE responderá «adecuadamente» a la imposición de aranceles por parte de EEUU. «No nos quedaremos sentados sin hacer nada mientras nuestra industria es golpeada con medidas injustas que ponen en riesgo miles de empleos europeos», declaró. Juncker dijo lamentar la decisión de Washington, que «parece representar una descarada intervención para proteger a la industria doméstica de EEUU que no se basa en ninguna justificación de seguridad nacional».

El Kremlin compartió la preocupación expresada por varios países de Europa: «Sabemos que en muchas capitales europeas ya se ha expresado una gran preocupación ante esta decisión. Compartimos esa preocupación y vamos a analizar las relaciones comerciales» con EEUU. La patronal europea Business Europe alertó de que «la imposición de derechos adicionales sobre el aluminio y el acero llevaría al mundo al borde de una guerra comercial».