Previamente el consejo de gobierno del BCE decidió mantener su tasa de interés rectora en el mínimo histórico del 0,05 %.
Draghi añadió que los riesgos para el crecimiento económico en la Eurozona «están relacionados con la incertidumbre sobre la economía global y con los riesgos geopolíticos», que pueden lastrar la demanda de exportaciones y la confianza.
El presidente del BCE destacó que la incertidumbre sobre las perspectivas de crecimiento de las economías emergentes también es un riesgo a la baja para el crecimiento de los países que comparten el euro.
Además, la volatilidad en los mercados financieros y de materias primas son un riesgo a la baja para el crecimiento de la Eurozona.
«En este entorno, las dinámicas de inflación de la zona del euro también son más débiles de lo que se esperaba» anteriormente, dijo.
Draghi apostilló que «será necesario revisar y posiblemente reconsiderar nuestra política monetaria en nuestra próxima reunión a comienzos de marzo», cuando la entidad dispondrá de las nuevas proyecciones macroeconómicas de crecimiento e inflación del BCE.
Estas proyecciones incluirán las primeras previsiones para el año 2018.
Draghi consideró que la nueva bajada de los precios del petróleo, que se sitúa por debajo de los 28 dólares el barril, debería contribuir a mejorar el poder adquisitivo de los hogares y la rentabilidad de las empresas y también el consumo privado y la inversión.
Asimismo, hizo hincapié en que existen evidencias desde comienzos de año de que las medidas de política monetaria adoptadas desde mediados de 2014 «funcionan», y argumentó que la fuerte llegada de refugiados a Europa es «una oportunidad para el crecimiento económico» de la región.
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