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El espía israelí Jonathan Pollard, que llevaba más de 30 años en prisión en EEUU, será liberado el 21 noviembre, fecha en la que se concederá la libertad condicional, anunciaron hoy sus abogados, Eliot Lauer y Jacques Semmelman,

Según los letrados, la Comisión de Libertad Condicional acordó permitir la liberación de Pollard, único paso restante para que el espía israelí salga de la prisión de Carolina del Norte, en EEUU, donde estaba encarcelado.

Pollard, un judío estadounidense que obtuvo la nacionalidad israelí cuando ya estaba en prisión, fue detenido en 1985 por espionaje y condenado a cadena perpetua en 1987, acusado de entregar documentos secretos al servicio de inteligencia israelí cuando trabajaba como analista civil para la Armada estadounidense.

«El señor Pollard está deseando reunirse con su querida esposa Esther (...) Esperamos ver a nuestro cliente fuera de la cárcel en menos de cuatro meses», explicaron los abogados.

Asimismo, señalaron el agradecimiento de Pollard «por los miles de buenos deseos aquí en EEUU, en Israel y en todo el mundo, que ofrecieron apoyo al asistir a manifestaciones, enviaron cartas e hicieron llamadas a funcionarios y oraron por su bienestar».

Por su parte, el Departamento de Justicia reiteró su compromiso de que Pollard, de 60 años, cumpliese de manera íntegra su condena.

«El Departamento de Justicia ha mantenido siempre que Jonathan Pollard debería cumplir completa su condena por los graves crímenes cometidos, en este caso una pena de 30 años, como manda la ley, y que culminan el 21 de noviembre de 2015», señaló Marc Raimondi, portavoz del departamento.

El Gobierno israelí reclamaba hace años un indulto a Pollard y en 2014 llegó incluso a poner su nombre sobre la mesa durante el fallido proceso de paz con los palestinos que dirigió el secretario de Estado estadounidense, John Kerry.

El anuncio de su liberación condicional se produce en un momento de agudas tensiones bilaterales entre EEUU e Israel por el reciente acuerdo nuclear con Irán, que Tel Aviv ha criticado frontalmente.

La pasada semana, cuando se anunció la posible liberación de Pollard, un portavoz del Consejo de Seguridad Nacional (NSC) de la Casa Blanca, Alistair Baskey, rechazó que la decisión fuese una concesión a Israel.

«El estatus del señor Pollard será decidido por la Comisión de Libertad Condicional de Estados Unidos de acuerdo a procedimientos estándar. No hay absolutamente ninguna relación entre el estatus del señor Pollard y consideraciones de política exterior», afirmó Baskey a Efe.

El caso del espía originó en la década de 1980 una grave crisis en las relaciones bilaterales y provocó una feroz crítica de la comunidad judía estadounidense al Gobierno de Washington por haber puesto en tela de juicio la lealtad de Pollard a EEUU.

Israel negó en un principio que Pollard actuara pagado por sus servicios secretos en el extranjero, el Mosad, y sólo una década después reconoció que Pollard había sido su espía.