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Al menos 45 supuestos insurgentes, entre ellos dos comandantes talibanes, murieron en cuatro bombardeos de drones estadounidenses perpetrados en las últimas 48 horas en la provincia de Nangarhar, en el este de Afganistán, informó este sábado a Efe una fuente militar.

Los ataques tuvieron lugar en tres distritos diferentes de la provincia, en los que los insurgentes se habían reunido para preparar atentados contra las fuerzas de seguridad, dijo un portavoz del Ejército afgano en el este del país, Numan Hatifi.

En el bombardeo más mortífero, una veintena de insurgentes pertenecientes a un mismo grupo fallecieron al ser alcanzados por los misiles de un avión no tripulado en el distrito de Baticot.

El portavoz militar aseguró que ningún civil falleció a causa de los ataques, coordinados conjuntamente por las fuerzas de Estados Unidos y Afganistán.

Estos son los primeros bombardeos de Washington desde que el miércoles los talibanes anunciaron represalias contra las tropas internacionales por la decisión de la OTAN de extender su presencia en el país asiático más allá de 2016, algo pactado ese mismo día por ministros de los países miembros en una reunión en Turquía.

Asimismo, es el tercer ataque desde que la formación insurgente insistió en la salida de las fuerzas extranjeras como condición para comenzar negociaciones de paz en Afganistán, durante una asamblea «informal» que mantuvieron con representantes del Alto Consejo para la Paz afgano hace dos semanas en Catar.

También en Nangarhar, otros 13 supuestos insurgentes perecieron el sábado pasado en el bombardeo de un avión no tripulado de las mismas tropas, en esa ocasión en el distrito de Lalpora.

La OTAN puso punto final en 2014 a su misión de combate en Afganistán, la ISAF, que fue sustituida desde enero por la operación Apoyo Decidido, con alrededor de 4.000 soldados en tareas de asistencia y capacitación de los cuerpos de seguridad afganos.

Los aliados acordaron el miércoles iniciar a su término una nueva etapa que, «a diferencia de las anteriores, estará liderada por civiles» aunque tendrá «un componente militar», anunció en Turquía el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.

Estados Unidos mantiene su misión «antiterrorista» de combate en Afganistán con cerca de 11.000 soldados, que tienen previsto permanecer en el país hasta 2016, aunque Washington también se está replanteando los términos y la duración de esa operación.