Carlos de Inglaterra, en una imagen de archivo, durante una visita a Canadá en 2014. | Reuters

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El Tribunal Supremo británico, máxima instancia judicial del Reino Unido, dio hoy luz verde a la publicación de unas cartas secretas enviadas por el príncipe Carlos, heredero al trono, a varios ministerios entre 2004 y 2005.

El fallo de hoy pone fin a una batalla legal iniciada por el diario «The Guardian» hace 10 años para que puedan divulgarse 27 cartas que el príncipe de Gales envió a varios ministerios.

Cinco de los siete jueces del Supremo fallaron hoy a favor del rotativo, que busca esclarecer la posible influencia del príncipe Carlos en el Gobierno, ya que como futuro monarca debe mantenerse neutral en asuntos políticos que puedan afectar al país.

Si bien la corte autorizó con su fallo la divulgación de las misivas, al rechazar el recurso que había presentado el fiscal general, Dominic Grieve, que quería impedirlo, aún no se ha fijado una fecha para que la correspondencia se haga pública.

Tras conocerse el dictamen, un portavoz de Clarence House, residencia oficial del príncipe de Gales, expresó la «decepción» de que «el principio de privacidad no haya sido mantenido».

Los ministerios a los que las misivas fueron dirigidas eran de Empresa, Sanidad, Educación, Medio Ambiente y Asuntos Rurales, Cultura y el de Irlanda del Norte.

La divulgación de la correspondencia había sido solicitada en 2012 por el periodista Rob Evans, del diario «The Guardian», que inició un proceso legal en los tribunales para conseguirlo.

Ese proceso se remonta a 2012, cuando el fiscal general -principal asesor legal del Gobierno- vetó la difusión de las misivas que había autorizado dos meses antes el Tribunal Superior de Londres a petición del periodista.

En concreto, en septiembre de 2012 el Tribunal Superior consideró que Evans y la población tenían derecho a conocer el contenido de la correspondencia en virtud de la ley de libertad de información, pero el dictamen fue vetado después por Grieve.

Al tomar esa decisión, el fiscal dijo en su día que las misivas del heredero con los ministerios debían mantenerse confidenciales porque formaban parte de «su preparación para reinar».

El periodista decidió entonces recurrir al Tribunal de Apelación, que falló el año pasado a su favor al argumentar que la decisión del fiscal de vetar el dictamen del Tribunal Superior era incompatible con la legislación europea.

Tras ese fallo, el fiscal general optó por recurrir ante la Corte Suprema, que hoy dio a conocer su dictamen.

En los últimos años algunos sectores de la prensa han criticado al príncipe por tratar de influir en las políticas del Gobierno.

Evans busca saber el alcance de la posible influencia del príncipe en los ministerios del Gobierno y está interesado concretamente en cartas enviadas entre septiembre de 2004 y abril de 2005, cuando el Partido Laborista estaba en el poder.