Fotografía facilitada por la Agencia Espacial Europea (ESA) que muestra el lanzamiento del módulo Philae sobre el cometa 67P/ Churyumov-Gerasimenko este miércoles 12 de noviembre de 2014. La sonda europea Rosetta ha lanzado el módulo Philae sobre el citado cometa a una distancia de 22 kilómetros. La ESA va a estudiar en detalle el desarrollo de la coma del cometa, averiguar el agua que tiene dentro y la expulsión, ver qué tipo de agua es y si es como la de la Tierra. | Efe

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El módulo Philae aterrizó hoy sin problemas sobre la superficie del cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko, en el que permanecerá varios meses para estudiarlo en profundidad.

La Agencia Espacial Europea (ESA) informó este miércoles desde el centro de control de operaciones en la ciudad alemana de Darmstadt de que el aterrizaje se produjo a las 16.02 horas GMT.

El director de Vuelo de Rosetta, Andrea Acommazzo, dijo que «vemos que el módulo de aterrizaje se encuentra sobre la superficie» del cometa.

El director general de la ESA, Jean-Jacques Dordain, calificó el aterrizaje de Philae sobre el cometa 67/P Churyumov-Gerasimenko como «un gran paso para la civilización humana».

«Hemos sido los primeros en lograrlo y eso quedará para siempre», añadió Dordain.

Durante el descenso hacia la superficie del cometa, Philae ha hecho una serie de imágenes, la primera de ellas del satélite madre Rosetta, obtenida inmediatamente después de la maniobra de separación.

Philae -que tiene el tamaño de un frigorífico y pesa unos 98 kilogramos- obtuvo esa imagen con el sistema CIVA-P, uno de los diez instrumentos que lleva a bordo para los experimentos.

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La primera imagen que ha sacado Philae muestra uno de los paneles solares de catorce metros de longitud de Rosetta.

Philae se separó de Rosetta a las 08.35 horas GMT y a las 09.03 GMT llegó la señal de telemetría a la Tierra a la velocidad de la luz de que la maniobra se produjo bien.

Siete horas después, Philae aterrizó sobre la superficie del cometa.

Los datos de telemetría tardan 28 minutos en llegar a la Tierra porque las naves se encuentran a 511 millones de kilómetros de distancia.

Philae medirá en los próximos meses el campo magnético del cometa y tomará pruebas, de hasta 30 centímetros de profundidad, de los materiales de la superficie del núcleo en la fase de máxima actividad, cuando se acerca al Sol.

La ESA va a estudiar en detalle el desarrollo de la coma del cometa, averiguar el agua que tiene dentro y la expulsión, y si hay moléculas complejas -origen de la vida-.

En caso de que el agua del cometa sea como la de la Tierra y de que el cometa tenga aminoácidos, la ESA tendrá la prueba de que fueron esos cuerpos los que trajeron el agua y la vida a la Tierra.