Milicianos prorrusos –entre los que pueden encontrarse soldados regulares de Rusia–, en un puesto de observación cercano a la ciudad y región ‘rebelde’ de Donetsk. g Foto: REUTERS | MAXIM SHEMETOV

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El presidente de Ucrania, Petró Poroshenko, denunció ayerque tropas regulares rusas con armamento pesado entraron en territorio ucraniano para reforzar las filas de los rebeldes prorrusos y frustrar la victoria de las fuerzas de Kiev.

Según el mando militar ucraniano, los soldados rusos habrían participado en la exitosa contraofensiva contra las fuerzas gubernamentales lanzada por los rebeldes en la región de Donetsk y cuyo objetivo sería abrir un tercer frente de combates a orillas del mar Negro.

Ésta presunta incursión, que fue negada ayer rotundamente por Moscú pero respaldada por imágenes de satélite de la OTAN, se produce dos días después del primer cara a cara entre Poroshenko y el presidente ruso, Vladímir Putin, que despertó ciertas esperanzas sobre el inicio de un proceso de paz en el este de Ucrania.

Complicaciones

Esas tropas rusas, que habrían participado en la toma de la ciudad fronteriza ucraniana de Novoazovsk (en la costa del mar de Azov) tras un bombardeo con misiles Grad desde territorio ruso, entraron «a través de una zona de la frontera no controlada» por Kiev, agregó el presidente.

Según medios locales, se trataría de una treintena de tanques y de unos 500 soldados, que habrían entrado en territorio ucraniano a bordo de unos camiones blancos parecidos a los que integraban el convoy humanitario ruso que cruzó la frontera la pasada semana.

La caída de Novoazovsk no es baladí, ya que se encuentra a unos 40 kilómetros del puerto de Mariúpol (mar Negro), principal ciudad de Donetsk bajo control de Kiev, sede de la administración regional y de un importante polígono industrial.

Precisamente por ese motivo, Poroshenko canceló un viaje a Turquía y pidió una sesión urgente del Consejo de Seguridad de la ONU y del Consejo de la Unión Europea, que celebrará mañana una cumbre marcada por el conflicto ucraniano.

«Seré franco: la situación es, sin lugar a dudas, extremadamente complicada. Pero es controlable, suficientemente controlable como para que caigamos presa del pánico», señaló.

El líder de la autoproclamada república popular de Donetsk, Alexandr Zajárchenko, reconoció ayerque unos 4.000 voluntarios rusos combaten en las filas rebeldes, cifras que la OTAN sitúa ahora en un millar..

«Nunca hemos negado que entre nosotros hay muchos rusos. Sin su ayuda hubiera sido muy difícil combatir. Además, y lo diré abiertamente, contamos también con soldados que han decidido pasar sus vacaciones no en la playa sino con nosotros», dijo Zajárchenko a la televisión rusa.