Bachelet recibe la banda presidencial de manos de la nueva presidenta del Senado, Isabel Allende. | Felipe Trueba

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Michelle Bachelet, la primera mujer que es reelegida presidenta de Chile, asumió el poder para iniciar un nuevo gobierno cargado de promesas de realizar profundos cambios sociales y políticos, en un país que ha cambiado notoriamente desde su primer mandato.

Bachelet recibió la banda presidencial de manos de Isabel Allende, hija del fallecido presidente Salvador Allende y primera mujer en ocupar ese cargo, otro signo de los nuevos tiempos que corren en Chile.

«En este tiempo Chile se ha mirado a sí mismo y ha decidido que es momento de iniciar transformaciones de fondo. La victoria de esta jornada es un sueño colectivo que triunfa», ha dicho Bachelet. Pero lo que espera a la presidenta no se perfila fácil. Su gobierno partirá con una economía en clara desaceleración y donde difícilmente se mantendrán las altas tasas de empleo alcanzadas durante la administración de su antecesor, el derechista Sebastián Piñera.

Ello, combinado con altas expectativas sociales que, en parte, fueron alimentadas por la propia Bachelet en su campaña, pero que venían desde mucho antes y que se manifestaron ruidosamente en las calles en 2011 cuando los estudiantes levantaron sus exigencias de una educación gratuita y de calidad.

Saludo

La mandataria saludó personalmente a algunos de los asistentes, como los expresidentes chilenos Patricio Aylwin (1990-1994), Eduardo Frei (1994-2000) y Ricardo Lagos (2000-2006) y a los gobernantes extranjeros que asistieron a la ceremonia.

Estaban los presidentes de Argentina, Ecuador, Paraguay, Uruguay, México, Brasil, Colombia y Perú, así como el heredero de la Corona española, el príncipe Felipe de Borbón.