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El jefe de Estado italiano, Giorgio Napolitano, concluyó la ronda de consultas para buscar una solución tras la dimisión del primer ministro, Enrico Letta, pero no comunicó cuándo encargará formar el próximo Ejecutivo, un indicio de que se alargan los tiempos.

Se esperaba que Napolitano indicase entre ayer y hoy la persona encargada de recoger los consensos para poder formar un Ejecutivo, pero el silencio del jefe de Estado hace pensar que hoy será de reflexión y que sólo a última hora o mañana dará el mandato.

Una decisión que hace pensar que la posible formación de un nuevo Ejecutivo encabezado por el líder del Partido Demócrata, Matteo Renzi, no sea tan fácil, ni tan rápida, como en un principio se había pensado.

Ritmo intenso

La ronda de consultas se ha realizado con un «ritmo intenso» para que la persona que reciba el mandato «tenga el espacio y la serenidad» para formar el nuevo Gobierno, señaló Napolitano. El jefe de Estado, de 88 años, agregó que ha sido una jornada «interesante y rica de estímulos».

Mientras al palacio del Quirinale, sede de la presidencia de la República, acudían los principales grupos parlamentarios, Renzi permaneció oculto en Florencia, donde a su vez condujo también su personal ronda de consultas para elaborar su posible lista de ministros.

El Partido Demócrata (PD) tras la reunión con Napolitano indicó por primera vez de manera oficial la disponibilidad de su líder, Matteo Renzi, para formar un Ejecutivo de coalición tras la dimisión de Letta.

El partido Nuevo Centroderecha (NCD) de Angelino Alfano, cuyo apoyo es vital para la formación del nuevo Ejecutivo, se mostró favorable a un nuevo Gobierno de coalición, pero dictó algunas condiciones, entre ellas la de no concluir las negociaciones en sólo 48 horas.

Alfano, antiguo lugarteniente de Silvio Berlusconi y que creó su propio partido el pasado noviembre, explicó que su apoyo estará condicionado a que el futuro programa del gobierno no «tome una deriva hacia el centroizquierda» y que recoja las ideas del centroderecha.

Por su parte, el exmandatario italiano Silvio Berlusconi reiteró que su partido, Forza Italia, no apoyará al posible nuevo Ejecutivo y que «seguirá haciendo una oposición responsable».