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El presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy, ha asegurado en Fukushima que es «infundado» el temor de algunos al ligar el nombre de esta ciudad con el desastre de su central nuclear en marzo de 2011 y que no hace justicia a los esfuerzos del pueblo japonés para volver a la normalidad.

Rajoy ha expresado su solidaridad y la de todo el pueblo español con Fukushima en un acto en el Museo de Bellas Artes de esta ciudad, situada a sesenta kilómetros de la central nuclear, y en el que han participado cinco de los denominados «héroes de Fukushima».

En la última jornada de su viaje oficial a Japón, el jefe del Ejecutivo español, que ha viajado hasta Fukushima en tren bala, ha confiado en que su presencia en esta ciudad contribuya a disipar los temores.

Rajoy (en la que es la primera visita a Fukushima de un jefe de Estado o de Gobierno occidental desde el tsunami) ha inaugurado, durante la hora de estancia, la exposición del artista española José María Sicilia «Flores de Invierno», que versa sobre las consecuencias del accidente nuclear provocado por el terremoto de hace dos años y medio.

Incidente

Mientras Rajoy pronunciaba su discurso la operadora de la central nuclear de Fukushima, Tokyo Electric Power (TEPCO), ha detectado una nueva fuga de agua radiactiva desde uno de los tanques de almacenamiento y ha desvelado que parte del líquido contaminado podría haberse filtrado al mar. La operadora ha estimado que se han vertido unos 430 litros de agua y que el líquido contiene una concentración de sustancias radiactivas de 200.000 becquereles por litro, lo que supera ampliamente el límite legal permitido de 30 becquereles por litro.

Además, TEPCO reconoció que «el agua contaminada puede haber llegado al mar» y, en una rueda de prensa, uno de los portavoces de la eléctrica pidió disculpas por «causar preocupación». La fuga se produjo porque el tanque, empleado para almacenar el líquido utilizado para enfriar los reactores, está colocado en una pendiente, lo que ha facilitado que se desborde cuando los técnicos han introducido una gran cantidad de agua de lluvia que se había acumulado en las instalaciones en los últimos días.