El viceprimer ministro y titular del Interior, Angelino Alfaro (2i), sale del Palazzo Grazioli de Roma tras reunirse con Berlusconi. | MASSIMO PERCOSSI

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La corriente moderada del Pueblo de la Libertad (PDL) de Silvio Berlusconi, incluido el 'número dos' del partido, Angelino Alfano, se desmarcó ayer de la línea fijada por su líder al manifestar su disposición a apoyar al Gobierno de Enrico Letta en el voto de confianza al que se someterá hoy en el Parlamento, mientras que este rechazó las dimisiones presentadas por los cinco ministros del PDL el sábado.

Tras reunirse con Letta, Alfano, secretario político del PDL y considerado el delfín político de Berlusconi, abogó por que todo el partido apoye al primer ministro.

Unas declaraciones en las que coincidió con el senador Carlo Giovanardi, quien aseguró que existe un grupo de al menos 40 parlamentarios del PDL dispuestos a apoyar la continuidad de Letta y rechazó la postura que defiende el ala más radical de la formación, que apuesta por la ruptura inmediata y convocatoria de elecciones anticipadas.

Voto de confianza

Con este paso adelante, se abren nuevos escenarios de cara a hoy, cuando Letta comparecerá ante las Cámaras para defender su programa de Gobierno y con la intención de verificar si todavía cuenta con un apoyo mayoritario tras la apertura, el sábado, de una crisis en el Ejecutivo con la dimisión de los cinco ministros, ya rechazada.

Y es que mientras el primer ministro cuenta con la mayoría absoluta en la Cámara de los Diputados, en el Senado, sin un apoyo del PDL, le faltarían una veintena de votos para superar un eventual voto de confianza.

Pese a la toma de posiciones del ala moderada del PDL, las negociaciones en el seno de la formación seguían adelante ayer y no puede descartarse un nuevo giro de los acontecimientos.

Sin embargo, son cada vez más las voces que apuntan a una ruptura dentro del partido de Berlusconi, que hasta ahora había cerrado siempre filas en torno a su líder.

En este contexto, la atención se centra ahora en ver cómo actuará Berlusconi y en si es posible que ceda ante las razones del ala moderada de su partido y dé marcha atrás, aunque esto parece difícil después de que asegurara que la experiencia de su formación en el Gobierno había acabado.

Una posición de ruptura que 'il Cavaliere' adoptó después de su condena definitiva a cuatro años de cárcel por un delito de fraude fiscal en el caso Mediaset y que ha sido señalada por muchos analistas como una estrategia de presión al PD para evitar que la formación progresista votara a favor de la retirada de su escaño en el Senado a raíz de la sentencia.

Sobre este tema, se expresó de nuevo 'il Cavaliere' en una carta remitida al semanario Tempi, en la que se pregunta cómo se puede confiar en Letta y en el presidente de la República, Giorgio Napolitano, puesto que considera que han sido incapaces de garantizar la permanencia en la política de su principal socio.