Soldados estadounidenses de la ISAF hacen guardia en el escenario de un atentado contra un autobús del Ejército afgano. | S. SABAWOON

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Las fuerzas de la OTAN mataron a dos niños por accidente durante una operación al sur de Afganistán, reconoció ayer la Alianza, en el último de una serie de incidentes en los que se ha denunciado la muerte de civiles a manos de las tropas internacionales.

El tiroteo en la provincia sureña de Uruzgan podría tensar la relación entre la coalición internacional en Afganistán —la ISAF (Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad)— y el presidente afgano, Hamid Karzai, que ha pedido a las fuerzas especiales de Estados Unidos que abandonen otra provincia por acusaciones de tortura.

Los dos niños fueron tiroteados al ser confundidos con insurgentes durante una operación en el noroeste de Uruzgan el 28 de febrero, según informó el comandante de la ISAF, el general estadounidense Joseph Dunford, en un comunicado. «Pido personalmente disculpas y ofrezco mis condolencias a la familia de los niños a los que mataron», dijo. «Los chicos fueron muertos cuando las fuerzas de la coalición dispararon a lo que pensaron que eran insurgentes».

Explicaciones

Un equipo de investigadores afganos y de la ISAF visitaron ayer el pueblo y se reunieron con los líderes locales, explicó Dunford.

Las fuerzas australianas, que están desplegadas en Uruzgan, habían dicho antes que había habido un «incidente operacional» en la provincia, pero no dieron más detalles.

El pasado 13 de febrero, un bombardeo aéreo de la OTAN solicitado por las fuerzas afganas mató a diez personas, incluidos cinco niños y cuatro mujeres, en la provincia de Kunar, al este. Eso hizo que Karzai prohibiera a sus tropas pedir bombardeos aéreos a extranjeros. Dos semanas más tarde, detuvo todas las operaciones de las fuerzas especiales en la provincia de Wardak, en el centro, después de una serie de acusaciones que involucraban a los soldados de las fuerzas especiales de EE UU y a afganos que trabajaban con ellos.