Un grupo de seguidores del presidente bolivariano agita banderas del país durante la jornada electoral. | Efe

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Los venezolanos acudieron ayer de forma masiva a las urnas para elegir a su presidente en una jornada soleada, pero sobre todo marcada por la tranquilidad y la expectación, ya que el gobernante Hugo Chávez cuenta por primera vez en 14 años con un contrincante con opciones de victoria, Henrique Capriles.

Desde primera hora de la mañana los colegios electorales de Caracas registraron una afluencia masiva de votantes, en algunos casos con colas kilométricas.

Para hacer más amena la espera, los capitalinos cargaron con periódicos para pasar las horas, con botellas de agua para no deshidratarse, comida e incluso con sillas para aguantar más cómodos su turno de votación.

El buen tiempo también favoreció la afluencia a las urnas, ya que la amenaza de lluvia que se impuso a primera hora de la mañana se fue esfumando hasta dejar una jornada soleada y con brisa.

Sin incidentes

Además, el ambiente de tranquilidad imperaba en toda Venezuela sin que se informara de incidentes violentos, y sólo se registraron algunas detenciones por acciones aisladas como la ruptura pública de unas papeletas de votación.

Los inconvenientes se presentaron especialmente en las dudas que muchos ciudadanos tuvieron a la hora de depositar su voto, así como en algunos fallos del sistema de votación por la ansiedad de los votantes al cumplir los pasos del sufragio.
Pero sobre todo imperó la actitud de los venezolanos, conscientes de la importancia de esta elección, en la que Chávez, después de casi 14 años en el poder aspira a su tercera reelección, mientras que Capriles surge como un aspirante con fuerza tras aglutinar el apoyo de prácticamente todos los opositores.

Pero el apoyo a Chávez sigue siendo grande en Venezuela, tal y como demuestran las últimas encuestas.