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La ONU sufre una falta acuciante de fondos y no podrá atender emergencias humanitarias imprevistas, informó el alto comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Antonio Guterres. «En este momento no tenemos espacio para necesidades imprevistas, no hay reservas disponibles», aseguró Guterres en su discurso de apertura de la reunión anual del Comité Ejecutivo del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) que él dirige.

Guterres advirtió de que este organismo, al igual que otros que trabajan en la ayuda humanitaria, «están bajo una presión creciente» por la combinación de nuevas crisis de refugiados con otras antiguas todavía no resueltas. Estas emergencias humanitarias están poniendo a prueba la capacidad de respuesta de la ONU en momentos en el que aumentan las peticiones de ayuda y los recursos disponibles están al mismo nivel que el pasado año.

Desbordados

El Alto Comisionado recordó que en 2011 hubo un total de 800.000 nuevos refugiados en todo el mundo y que desde el inicio de 2012 más de 700.000 personas han huido de la República Democrática del Congo (RDC), Malí, Sudán y Siria. La pasada semana, el ACNUR pronosticó que el número real de refugiados sirios en los países vecinos podría alcanzar los 710.000.

El alto comisionado advirtió también de que están aumentando muy rápido los costes que supone para el mundo asistir a los más de 42 millones de víctimas de desplazamiento forzado en el mundo. «Nuestras operaciones, concretamente en África, están muy poco financiadas», lamentó, al tiempo que celebró que se han resulto algunas de las crisis de refugiados y se mostró optimista con respecto a la evolución de otras.