Los grandes almacenes japoneses Heiwado fueron saqueados por manifestantes durante una protesta en Changsha, al sur de China. | STR

TW
2

China pidió ayer al secretario de Defensa de EEUU, Leon Panetta, en Pekín, para una visita de tres días, que se mantenga «neutral» en la disputa con Tokio por las islas Diaoyu (o Senkako en Japón), mientras continúan actos de protesta antinipones en el gigante asiático que han obligado a cerrar numerosas fábricas japonesas.Asimismo, el Gobierno de Pekín anunció que reclamará la soberanía de las islas en la ONU.

El secretario de Defensa aterrizó ayer en Pekín después de un paso por Japón en plena escalada de tensiones entre ambos países, lo que motivó al portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Hong Lei, a instar a Panetta a «no posicionarse en la cuestión de las islas Diaoyu».

Tensión

La disputa por el archipiélago, que los chinos llaman Diaoyu y los japoneses conocen como Senkaku, se avivó hace una semana, cuando Tokio anunció la compra de tres de los islotes disputados y Pekín reaccionó con el envío de dos barcos patrulla en torno a sus aguas, desatando numerosas manifestaciones antiniponas en el país.

La crispación política se refleja también en las calles de Pekín, donde tienen lugar manifestaciones de marcado carácter antinipón. Ayer no se registraron los incidentes violentos de los días pasados -que provocaron la detención de once personas en la provincia sureña de Cantón-, se teme que se recrudezcan las protestas hoy, día en que se cumple el aniversario del llamado «incidente de Mukden», que dio pie a la invasión japonesa del territorio chino de Manchuria en 1931.

La tensión de los últimos días ha provocado que numerosas empresas japonesas, entre ellas Panasonic, Canon, Honda o Mitsui, decidieran ayer cesar temporalmente la actividad en sus fábricas o comercios en el país asiático. En Pekín, numerosos restaurantes japoneses habían optado por cerrar sus puertas y colgar banderas chinas y carteles en los que se leía, en mandarín, «las Diaoyu son de China».

Ante esta situación, que ha creado el mayor sentimiento antijaponés en China desde hace años, la prensa estatal ha pedido mayor prudencia a la población a la hora de manifestarse.