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El Gobierno de Marruecos advirtió ayer de que todos los barcos europeos que pescan en sus aguas debían retirarse de la zona antes de medianoche, en su primera respuesta a la decisión del Parlamento Europeo de no mantener la prórroga del acuerdo pesquero con el país norteafricano.

El Ministerio de Asuntos Exteriores marroquí ha reprochado la «lamentable» decisión adoptada por la Eurocámara y ha alertado de que tendrá «consecuencias serias» en la cooperación entre Marruecos y los Veintisiete, según informa la agencia MAP, que anticipa una posible «reevalución global del partenariado» con la Unión Europea y repercusiones en materia de comercio y de movilidad, entre otras cuestiones.

El Ministerio marroquí ha citado en su nota las razones alegadas por el Parlamento Europeo --"financiera y presupuestaria, económica y ecológica"-- y ha recordado que, a cambio de permitir la explotación de sus aguas, Marruecos recibía al año unos 36 millones de euros.

Rabat también ha hecho hincapié en que desarrolla una «estrategia integrada, ambiciosa y global» que es respetuosa con los productos del mar y trabaja para lograr una pesca «competente». Dentro de estos esfuerzos, también trata de «preservar la biodiversidad del medio marino, luchar contra la sobreexplotación, velar por la reconstitución de los 'stocks', proteger las especies amenazadas y promover prácticas de pesca duradera y responsable».

El comunicado no valora los argumentos relativos a que el acuerdo supone explotar recursos de la población saharaui y se limita a mencionar de pasada la antigua colonia española para aplaudir que, junto al veto al acuerdo pesquero, este miércoles se han rechazado propuestas que cuestionaban la «integridad territorial» de Marruecos y su soberanía sobre el Sáhara Occidental.

La decisión de la Eurocámara también ha llevado al representante de la UE en Marruecos, Eneko Landaburu, a hacer público un comunicado en el que «lamenta» el fin del acuerdo y los posibles efectos que puede tener en las relaciones bilaterales. Landaburu ha asegurado que la posibilidad de firmar un nuevo pacto sigue, sin embargo, «totalmente abierta».