Hillary Clinton se reunió ayer con opositores sirios en el exilio para analizar la situación. | POOL

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El presidente de Siria, Bashar al Asad, ha negado haber ordenado a las fuerzas gubernamentales que masacren a los manifestantes que piden su dimisión y ha afirmado que la mayoría de las personas que han muerto desde que comenzaron las protestas, a mediados del pasado marzo, son militares, policías y simpatizantes suyos.

En una entrevista concedida este lunes en Damasco a una periodista de la cadena estadounidense ABC News , Al Asad ha dejado claro que no va a dimitir y se ha burlado de las sanciones impuestas a Siria por varios países.

Preguntas

Cuando la periodista, Barbara Walters, le dijo que la Policía y el Ejército habían detenido incluso a niños y que ella misma había visto las fotografías, el presidente contestó: «Si te soy sincero, Barbara, no te creo».

En concreto, se refirió al caso de Hamza al Jateeb, un niño de trece años que fue arrestado después de una protesta y cuyo cadáver -con disparos, quemaduras y castrado- fue entregado luego a sus padres. Las fotos de su cuerpo se pudieron ver en Internet y su muerte enfureció a los manifestantes.

Al Assad negó que el niño hubiese sido torturado: «Me reuní con su padre, que me dijo que no fue torturado, como apareció en los medios de comunicación».

La semana pasada, la ONU publicó un informe sobre Siria en el que señala que desde marzo han muerto más de 4.000 personas en incidentes violentos y que se ha desatado una guerra civil. A una pregunta sobre este informe, el dirigente sirio respondió: «¿Quién dice que la ONU sea una institución creíble?».

Por otra parte al menos 15 personas, entre ellas dos mujeres, murieron ayer por disparos de las fuerzas de seguridad en una nueva jornada de violencia en Siria, señalaron los opositores.

Entre los fallecidos, 11 personas perdieron la vida en la provincia central de Homs, tres en la septentrional de Idleb, y uno en la meridional de Deraa.