El fiscal general de Estados Unidos, Eric Holder. | LARRY DOWNING

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El Pentágono ha exigido a la página web Wikileaks que «devuelva inmediatamente» los más de 15.000 archivos militares sobre la guerra de Afganistán que aún no ha publicado y que borre de su portal los más de 77.000 folios que ya ha divulgado.

El portavoz del Pentágono Geoff Morrell indicó ayer que la publicación en la web, el pasado 25 de julio, de miles de documentos sobre la guerra de Afganistán, «ya ha amenazado la seguridad de nuestras tropas, nuestros aliados y los ciudadanos afganos que nos están ayudando a llevar paz y estabilidad a esa región del mundo».

«El único paso aceptable ahora es que Wikileaks dé los pasos necesarios para devolver todas las versiones de todos los documentos al Gobierno de Estados Unidos y borrarlas permanentemente de su página web, sus ordenadores y sus archivos», agregó Morrell.

Morrell se refirió también a los más de 15.000 documentos que el creador de Wikileaks, Julian Assange, decidió no publicar para no perjudicar a su fuente.

«Estamos pidiéndoles que hagan lo correcto», aseguró.

El portavoz del Pentágono reconoció que la agencia tiene «algún tipo de idea» de cuáles son, exactamente, los 15.000 documentos que la página web no ha publicado, pero no lo sabe «con seguridad».

Desde la publicación de los documentos, en su mayor parte informes de campo de los soldados estadounidenses, el Gobierno estadounidense ha reiterado que las consecuencias de la filtración pueden ser muy peligrosas, por cuanto se revelan nombres de fuentes, identidades de soldados y métodos operativos a los que los talibanes pueden acceder con facilidad. El jefe del Estado Mayor Conjunto de EE.UU., el almirante Mike Mullen, aseguró la semana pasada que Assange podría «tener ya las manos manchadas de sangre» de soldados estadounidenses y de personal afgano. El Pentágono tiene una investigación abierta para identificar a la persona que filtró los documentos.