El presidente de la Cámara de Diputados, Gianfranco Fini, durante la rueda de prensa celebrada ayer en Roma. | Reuters - TONY GENTILE

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Un día después de ser expulsado por Silvio Berlusconi del partido que fundaron juntos, Gianfranco Fini aseguró ayer que no dimitirá de presidente de la Cámara de Diputados, como pretendía el primer ministro, anunció la creación de un grupo parlamentarios autónomo y acusó a su ex aliado de «antiliberal». Fini, en una abarrotada rueda de prensa celebrada en Roma, respondió con dureza a las acusaciones del primer ministro y afirmó que ha sido expulsado sin que se le haya permitido expresar sus razones y agregó con ironía que el «crimen» que ha cometido es haber osado a criticar al primer ministro y algunos proyectos de ley del Gobierno.

«Se ha escrito una página negra para el centro derecha italiano y por supuesto que no dimitiré como presidente de la Cámara de Diputados, ya que mi misión es garantizar el Parlamento y no a la mayoría que lo ha elegido», afirmó Fini, respondiendo a Berlusconi, que le exige que abandone el tercer cargo del Estado, tras el presidente de la República y el titular del Senado. Fini acusó a Berlusconi de tener un «concepto empresarial» del Estado y una concepción «antiliberal de la democracia».

El político se comprometió a defender la legalidad, «porque muchos ciudadanos de centro derecha no entienden por qué en nuestro partido las garantías constitucionales muchas veces son entendidas como impunidad».

Los números

Por su parte, el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, aseguró poco después que tiene «los números» parlamentarios necesarios para continuar adelante con su Gobierno, tras la crisis en el seno de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), que ha motivado la expulsión de su co-fundador, Gianfranco Fini. En un mensaje divulgado a través de la página web del movimiento «Promotores de la Libertad», perteneciente al PDL, Berlusconi afirmó además que ahora podrá gobernar de un modo «más sereno», después de la crisis que ha motivado la escisión de un grupo afín a Fini en la Cámara de los Diputados y el Senado.

«Tenemos los números para seguir adelante, así como tenemos bien claro el programa que tenemos que llevar a cabo y, gracias a esta elección sufrida, pero necesaria, estamos en condiciones de gobernar de modo más sereno y con claridad», indicó el primer ministro.