Almuerzo del presidente Barack Obama con los residentes de Luisiana, donde se encuentra gestionando la crisis del vertido de petróleo. | Efe

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Los restos del petróleo vertido en el golfo de México llegaron ayer a la costa noroeste de Florida donde amenazan con dañar el turismo de un estado que depende en gran medida de los ingresos vacacionales.

En concreto, las autoridades del estado norteamericano informaron de que los primeros restos de chapapote se encontraron en la playa de Pensacola, una ciudad portuaria ubicada en el condado de Escambia.


Turismo

Se trata de una parte de la costa de Florida que presume en los anuncios de tener «las playas más blancas del mundo».

Florida ingresa al año alrededor de 60.000 millones de dólares a través de la industria turística y es uno de los estados directamente amenazados por una marea negra que ya ha alcanzado Luisiana, Misisipi y Alabama. El turismo da empleo en Florida a casi un millón de personas.

El actor y ambientalista Robert Redford dio su opinión sobre el derrame de petróleo en el Golfo de México y condenó los esfuerzos de las grandes compañías energéticas en promover sus títulos ambientales y usar su dinero para influir en «sus Loros del Congreso». Por el contrario, el presidente de EEUU, Barack Obama, afirmó que «parece que estamos logrando progresos» en la lucha contra el vertido de petróleo en el golfo de México, después de que BP lograra colocar una campana sobre el pozo para enviar el crudo a un barco mediante una tubería.

Obama llegó ayer a la costa de Luisiana para supervisar las tareas de lucha contra el vertido, en su tercera visita a la zona desde que comenzó el desastre, el 20 de abril.