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El principal partido de la oposición, el Partido Democrático (PD), criticó hoy la decisión del Gobierno italiano de introducir el permiso de residencia por puntos para los inmigrantes. A partir de ahora, éstos tendrán que superar una prueba de italiano y demostrar que conocen la Constitución para poder quedarse en el país transalpino.

Aunque el ministro de Interior, Roberto Maroni, asegura que la norma favorecerá la integración, el parlamentario del PD Andrea Sarubbi no piensa lo mismo ya que, por el contrario, considera que esta iniciativa se convertirá en «el enésimo obstáculo en el camino de la integración y de la seguridad social» de los inmigrantes.

Según el PD, en estos momentos, los únicos que hacen algo a favor de la integración de los inmigrantes son las redes de voluntariado y la Iglesia. De hecho, el Gobierno «ha eliminado, por ejemplo, el fondo destinado a la inclusión social», denunció Sarubbi.

Asimismo, «es curioso que, mientras la sociedad civil lanza un llamamiento al ministro Maroni, que yo mismo he suscrito, para que se respeten los plazos de emisión del permiso de residencia, se proponga ahora complicar todavía más el procedimiento», agregó.

La tesis de Sarubbi fue compartida por el presidente de las Asociaciones Cristianas de Trabajadores Italianos (ACLI), cuyo presidente, Andrea Olivero, definió el permiso por puntos como un «recorrido de obstáculos».

«*Quién acompaña hoy en día a los inmigrantes en este recorrido de integración? Hasta ahora, sólo la Iglesia y el voluntariado. Hace años que pedimos en vano un plan orgánico y nacional para enseñar la lengua italiana», recordó.

«Por esto, en estas condiciones, el permiso por puntos corre el riesgo de convertirse en el enésimo elemento de sufrimiento y vejación psicológica y burocrática para tantas familias inmigrantes presentes en nuestro país», aseguró Olivero.