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Las negociaciones para formar gobierno en el Líbano se han acelerado en las últimas horas y se espera que el primer ministro designado, Saad Hariri, anuncie pronto un gabinete de unidad nacional tras aceptar la oposición formar parte de él.

El ministro saliente de Telecomunicaciones, Gebran Bassil, yerno del líder cristiano opositor Michel Aun, visitó ayer a Hariri para informarle de los resultados de la reunión de los dirigentes opositores en la que se acordó integrar el gobierno.

Hezbolá Esa reunión congregó al máximo dirigente del movimiento chií libanés Hezbolá, Hasan Nasrala, a Aun y al presidente del Parlamento y también dirigente chií del grupo Amal, Nabih Berri, así como sus asesores.

Hasta ahora, las negociaciones tropezaban en el hecho de que los líderes políticos no se ponían de acuerdo sobre el reparto de carteras y sus titulares.

Tras las elecciones parlamentarias del 7 de junio pasado, en las que la coalición de Hariri ganó, el único acuerdo que logró con la oposición fue el número de ministerios a distribuir entre las diferentes fuerzas.

La fórmula adoptada, que se mantendrá en el nuevo gabinete, comprenderá 15 carteras para la mayoría, 10 para la oposición y las cinco restantes las nombrará el presidente.

Según medios de prensa locales, para salir del estancamiento actual, Hariri hizo dos concesiones mayores a Aun, que es la figura clave en estas negociaciones: mantener a su yerno como ministro, aunque no ocupe la cartera de Telecomunicaciones, y reservar también para su grupo ese mismo ministerio.

Hezbolá, que lidera la oposición, se habrá asegurado las carteras de Agricultura y Reforma Administrativa, y la oposición también obtendrá o conservará las carteras de Asuntos Exteriores, Energía, Sanidad, Industria, Turismo, Juventud y Deportes.

La mayoría, por su parte, tendrá, entre otras, las carteras de Asuntos Sociales, Trabajo, Finanzas, Educación, Economía, Información, Cultura y Justicia, mientras que el presidente conservaría las de Defensa e Interior, según estos informes.