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El Consejo de Derechos Humanos de la ONU aprobó ayer un informe que condena a Israel y al movimiento islámico Hamás por haber cometido crímenes de guerra durante la ofensiva hebrea del pasado año en el territorio ocupado de Gaza. De los 47 países que forman el órgano de Naciones Unidas, 25 apoyaron la resolución sobre el Informe Goldstone, 6 la rechazaron, 11 se abstuvieron y 5 no votaron.

Sólo los países islámicos, africanos y no alineados dieron un sí unánime al texto, que contó también con el apoyo de algunos países latinoamericanos, mientras que los europeos votaron divididos.

Los patrocinadores del texto sólo consiguieron 25 apoyos a una resolución que solicita que se cumplan las recomendaciones de la misión investigadora de la ONU sobre lo acontecido en la ofensiva israelí en Gaza, en diciembre y enero pasados.

Dicha misión fue liderada por el prestigioso juez sudafricano Richard Goldstone que concluyó que tanto Israel como Hamás habían cometido crímenes de guerra en un conflicto que provocó la muerte de 1.400 palestinos y de 10 israelíes.

La resolución también condena a Israel por no colaborar con esa investigación y establece que, si Israel y Hamás no han abierto investigaciones creíbles sobre esos crímenes de aquí a seis meses, el asunto debe ser elevado al Consejo de Seguridad de la ONU.

Este último, a su vez, deberá decidir si transmite el caso al fiscal de la Corte Penal Internacional (CPI).

Además, la resolución establece que la Asamblea General de la ONU, su secretario general, Ban Ki-moon, y la Alta Comisionada para los Derechos Humanos, Navi Pillay, velen por que las recomendaciones se apliquen.

La Organización de Países Islámicos, patrocinadora del texto, incluyó en el último momento una modificación para que la resolución fuese más amplia y buscase que todas las violaciones de derechos humanos -y no sólo las cometidas por Israel- sean perseguidas y juzgadas, un gesto que presentaron como una muestra de flexibilidad de su parte.