Continúan saliendo a la luz represalias de los talibanes, como la de cortar las orejas y la nariz a los que votaron.

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El jefe de las tropas extranjeras desplegadas en Afganistán, el general estadounidense Stanley McChrystal, finalizó ayer su revisión de la estrategia militar y calificó de «seria» la situación del país.

«La situación en Afganistán es seria, pero el éxito se puede conseguir y ello exige la aplicación de una estrategia revisada, compromiso y determinación, y una mayor unidad de esfuerzo», declaró McChrystal.

McChrystal, al frente de las tropas de la ISAF y de la coalición liderada por EEUU en Afganistán, entregó ayer un documento de «evaluación estratégica» del conflicto al jefe del Mando Conjunto Central de EEUU, el general David Petraeus, y al general alemán de la OTAN Egon Ramms.

Ambos aportarán comentarios al documento, que posteriormente será trasladado al secretario de Defensa de EEUU, Robert Gates, y al secretario general de la Alianza Atlántica, Anders Fogh Rasmussen, quienes habían pedido este análisis.

En su informe remitido a los mandos de la OTAN, McChrystal asegura que aún no es público que la estrategia militar desarrollada para combatir a los talibán «no funciona» y compara a las fuerzas aliadas con un toro que embiste contra un matador (los talibán), que debilitan a su rival con cada «corte», según la BBC, que asegura haber tenido acceso al informe completo.

Prioridades
En cuanto a las prioridades, el informe de McChrystal establece que la protección de los civiles afganos ante los talibán debe ser el objetivo primordial. Sin embargo, no hace petición alguna de más tropas, una circunstancia con la que se especulaba.

McChrystal recoge también, según la BBC, que la población afgana vive una cierta crisis debido a que perciben que la guerra contra los talibán no les reporta beneficios en su vida diaria. Además, señala que el objetivo es que las fuerzas afganas asuman el liderazgo en el conflicto, pero reconoce que el Ejército afgano no estará listo para hacerlo hasta dentro de tres años, muchos más en lo que se refiere a la Policía.

El documento se centra en la aplicación de los planes militares de la OTAN y del presidente de EEUU, Barack Obama, para disminuir la «capacidad y voluntad» de la insurgencia talibán, la red terrorista Al Qaeda y grupos extremistas con objetivos más allá de las fronteras afganas.