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EFE-BOGOTÀ

Los representantes de las dos partes enfrentadas en Honduras terminaron su segundo día de reuniones en Costa Rica para buscar una salida a la crisis sin lograr ningún avance. Es más, el depuesto presidente de Honduras, Manuel Zelaya, afirmó que no hubo acuerdo y que no habrá impunidad para los responsables del golpe de Estado y no descartó que los «intolerantes» que le apartaron del poder el 28 de junio pasado atenten contra su vida.

Zelaya negó que quisiera reelegirse con la reforma a la Constitución que promovía y acusó a los poderosos grupos económicos de su país de estar detrás del golpe de Estado que lo sacó del poder.