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Miles de partidarios de Mir Husein Musaví, incluido el ex primer ministro, se echaron nuevamente ayer a las calles de Teherán para recordar de forma pacífica a las víctimas mortales de los choques entre seguidores del ex candidato a la presidencia y del actual mandatario y virtual ganador de las elecciones del pasado viernes, Mahmud Ahmadineyad.

Entretanto, el Consejo de Guardianes recibirá mañana a los tres candidatos derrotados para escuchar sus quejas respecto a las elecciones.
Durante la manifestación, que se produjo en la plaza imán Jomeini, en el centro de la capital, Musaví, vestido completamente de negro, se dirigió a los participantes pidiéndoles que marcharan pacíficamente y con moderación para evitar nuevos enfrentamientos que puedan provocar más incidentes dramáticos.

A diferencia de las protestas de los últimos días, la mayoría de los manifestantes no iban ataviados con el clásico color verde, sino que vestían de negro como signo de luto por los fallecidos. Las cifras oficiales hablan de ocho víctimas mortales en los choques, pero organizaciones como Human Rights Watch y Amnistía Internacional suben el balance a al menos 15, mientras las protestas se extienden a las principales ciudades del país.

Por su parte, el Comité Electoral Nacional ha denegado al conservador Mohsen Rezaei las cifras detalladas que reclamó de los polémicos resultados de las elecciones presidenciales del viernes, denunciados por la oposición como fraudulentos.