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JAVIER MATÍN-TEHERÀN Decididos a no dejar las protestas pese al acoso de las autoridades, miles de iraníes volvieron ayer a salir a la calle, por quinto día consecutivo, para pedir la repetición de las elecciones presidenciales celebradas el pasado viernes.

Varios testigos explicaron a Efe que la decisión que ha caracterizado las movilizaciones desde su inicio, quedó ayer miércoles empañada por un velo de tristeza por la muerte, hace dos días, de al menos siete personas tras una marcha que reunió a cerca de un millón de personas.

Aún así, se repitieron las escenas de los brazos alzados, signo de la victoria en la mano y cintas verdes en la muñeca como las que ayer lucieron algunos jugadores -entre ellos los dos que militan en el Club Atlético Osasuna- de la selección nacional de fútbol durante su partido oficial en Corea del Sur.

Sin periodistas
Los manifestantes, siempre según el relato de los testigos ya que la prensa internacional tampoco pudo ayer estar presente por la prohibición gubernamental, marcharon en silencio hacia la parte norte de la ciudad, a través de la gran avenida Vali-e Asr, portando retratos del líder de la oposición, Mir Husein Musaví.

Algunos otros izaban pancartas en las que, según los mismos testigos, se podía leer: «¿Dónde está mi voto?».
La manifestación fue de nuevo ilegalizada por el Ministerio de Interior, que pese a los esfuerzos parece que no puede evitar la determinación de los opositores, que han prometido seguir adelante con las protestas.

El líder de la llamada «marea verde», Mir Husein Musaví ha convocado para mañana -hoy- un día de manifestación y duelo por las víctimas de la represión policial durante los últimos días.

En un comunicado colgado a través de su página web, instó a todos los iraníes a acercarse a las mezquitas y marchar de forma pacífica por las calles para honrar «a los mártires y a los heridos en los recientes acontecimientos».

Musaví se autoproclamó ganador de los comicios presidenciales del pasado viernes poco después del cierre de los colegios, y denunció un fraude masivo en favor de su rival, el actual presidente Mahmud Ahmadineyad, a quien el Ministerio de Interior le concedió un sorprendente triunfo por mayoría absoluta.

Desde entonces, Irán ha sido escenario de protestas y disturbios entre la oposición y las fuerzas de seguridad, que habn causado, .-apoyadas por milicianos islámicos 'Basij'-, según distintas fuentes, al menos siete muertos.