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EFE-LONDRES El primer ministro británico, Gordon Brown, ha nombrado al primer alto cargo musulmán de su Gobierno laborista. Se trata de Sadik Khan, nuevo secretario de Estado de Transporte, que asistirá a las reuniones del gabinete cuando se traten materias de su departamento y será el portavoz para esos temas en la Cámara de los Comunes.


Será además miembro del «Consejo Privado», organismo no electo cuya creación se remonta a 1353 y que ha sido criticado por los defensores de los derechos civiles porque, gracias a una prerrogativa regia, puede promulgar leyes sin pasar por el Parlamento.

Khan, hijo de un conductor de autobús y que vivió en una vivienda de protección social, se convierte así en el musulmán que ocupa el puesto más alto en la política británica.

Según recuerda hoy la BBC, el nuevo secretario de Estado fue objeto de grabaciones ilícitas en 2005 y 2006 cuando acudió a la cárcel a entrevistarse con un sospechoso de terrorismo residente en su distrito electoral y del que era por tanto representante. La ministra del Interior, Jacqui Smith, declaró entonces que Khan no había sido blanco específico de la operación de vigilancia ordenada por la policía y que él mismo no estaba bajo sospecha.

En octubre del 2008, Khan fue promovido al cargo de subsecretario de Estado en el ministerio para las Comunidades y el Gobierno local.
Por otra parte, Brown sufrió ayer otro revés cuando un destacado laborista abogó públicamente por su relevo en beneficio de la unidad del partido.
En declaraciones a la BBC Lord Falconer, que ocupó en el Gobierno de Tony Blair el cargo de Lord Canciller, ministro responsable del buen funcionamiento de la Justicia, pidió un debate urgente sobre el liderazgo del partido.

Falconer, amigo íntimo de Blair, advirtió de que si el Primer Ministro se niega a dimitir, hay potenciales candidatos dispuestos a presentar una candidatura rival.

El ex ministro afirmó que hay excelentes políticos en el gabinete de Brown y dejó claro que el problema es simplemente el primer ministro.