Las primeras damas de EEUU, Michelle Obama; y de Francia, Carla Bruni, atienden al himno nacional francés en el Palais Rohan en Estrasburgo. Foto: EFE

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MACARENA VIDAL-ESTRASBURGO

El presidente de EEUU, Barack Obama, proclamó ayer, entre los aplausos de una audiencia entregada, un nuevo estilo en las relaciones transatlánticas tras las disensiones y la desconfianza generada en los primeros años de la etapa de su predecesor, George W. Bush. EEUU y Europa pueden superar los desafíos del siglo XXI, pero deben «hacerlo juntos» y donde está más clara esa necesidad -dijo- es en la guerra en Afganistán, que será la «prueba» de la capacidad de la OTAN de reestructurarse y adaptarse a las nuevas necesidades.

Obama intervino ante unas 3.500 personas, en su mayoría estudiantes alemanes y franceses, antes del comienzo de la cumbre con la que la OTAN celebra su 60 aniversario en Estrasburgo y Kehl (Alemania). Por la mañana se había reunido con el presidente francés, Nicolas Sarkozy y, tras su encuentro con los jóvenes, lo hizo con la canciller alemana, Angela Merkel, para proclamar un mismo mensaje: la llegada de una nueva era en las relaciones entre su país y Europa.

Advirtió, no obstante, que «Francia comprende que el hecho de que Al Qaeda actúe en santuarios que pueden ser utilizados para ataques terroristas representa una amenaza no solamente para los Estados Unidos, sino también para Europa». De hecho, según Obama, «es más probable que Al Qaeda sea capaz de lanzar un gran atentado terrorista contra Europa que contra Estados Unidos, por razón de su proximidad». EEUU ha propuesto una nueva estrategia para Afganistán, dentro de la cual planea enviar 21.000 soldados más en los próximos meses a Afganistán, para reforzar a los cerca de 36.000 con que ya cuenta, y pedirá en esta cumbre a sus aliados que aumenten sus aportaciones, si no de tropas sí económicas o para formar a las fuerzas afganas.

Los dos países anfitriones de la cumbre le ofrecieron su entusiasta respaldo. Merkel indicó que la nueva estrategia «coincide con lo que nosotros queremos»: un fuerte componente civil, para la ayuda al desarrollo, y prima la formación de las fuerzas afganas para que se hagan cargo de su propia seguridad. Con anterioridad, el presidente francés también había declarado su respaldo. Su Gobierno, afirmó Sarkozy, está dispuesto a enviar no tropas -ya aumentó su contingente el año pasado- pero sí gendarmes para contribuir a la formación de la policía afgana y una aportación económica al fondo que sufraga los costes de las fuerzas de seguridad de ese país. Además anunció que aceptarán la llegada de presos de Guantánamo.