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EFE-LONDRES La reina Isabel II de Inglaterra afirmó ayer, en su tradicional mensaje de Navidad, que la crisis económica ha convertido esta festividad en una «ocasión sombría» para muchas personas. «La Navidad es un momento para la celebración, pero este año es una ocasión más sombría para muchos», dijo la reina en una alocución retransmitida a toda la nación por radio, televisión e internet.

En la única ocasión en la que puede expresar su propia opinión y no la de su Gobierno, Isabel II señaló que «algunas de las cosas que antes podían darse por descontadas, de repente parecen menos ciertas y, naturalmente, dan lugar a sentimientos de inseguridad». «La gente se ve afectada por acontecimientos que tienen su raíz en todo el mundo. Sea la crisis económica global o la violencia en una tierra lejana, los efectos pueden sentirse profundamente en casa», indicó la jefa de Estado.

La soberana también recordó a los soldados británicos desplegados en Irak y Afganistán: «Una vez más, muchos de nuestros hombres y mujeres de servicio están trabajado en operaciones por la causa común de llevar paz y seguridad a lugares con problemas». Asimismo, la reina rindió tributo a sus primogénito, el príncipe Carlos, heredero al trono, que cumplió 60 años en 2008 y por quien dijo sentir un «gran orgullo».

«A través de sus organizaciones de beneficencia -explicó-, el Príncipe de Gales ha trabajado para apoyar a los jóvenes y otras causas por el beneficio de toda la comunidad». Ante las dificultades que plantea el mundo actual, Isabel II recomendó seguir «el ejemplo de Jesús de Nazaret, quien, a menudo en circunstancias de gran adversidad, se las arregló para vivir una vida sociable, sin egoísmo y sacrificada».