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EUROPA PRESS-BRUSELAS El Alto Representante de la UE para la Política Exterior, Javier Solana, recibió ayer una respuesta de Irán a la propuesta de cooperación presentada el mes pasado para salir del impase en las conversaciones sobre su controvertido programa nuclear.

Esta llegó a las 18H30 (16H30 GMT) indicó su portavoz Cristina Gallach sin dar ningún detalle sobre su tenor y limitándose tan sólo a indicar que la iban a «estudiar y analizar».

La respuesta figura en una carta dirigida a Solana y a los cancilleres del llamado grupo 5+1, formado por seis países implicados en las discusiones sobre el tema nuclear con Irán (Estados Unidos, Rusia, China, Francia, Gran Bretaña y Alemania), precisó.

El principal negociador iraní, Said Jalili, había indicado anteriormente que Irán respondería de manera «constructiva y creativa» a las propuestas hechas por las potencias mundiales sobre su programa nuclear, según la televisión oficial.

«La República islámica ha preparado y presentado una respuesta a la carta de los seis países con un enfoque constructivo y creativo, y centrada en los puntos de acuerdo», señaló Jalili en conversación telefónica con Solana, según la misma fuente. «Sobre esta base, la respuesta de la República Islámica a la carta de los ministros de Relaciones Exteriores de los seis países será entregada hoy», añadió, sin dar detalles sobre su contenido.

Reveló en cambio que ambas partes habían acordado celebrar nuevas conversaciones antes de que se acabe el mes de Tiro, que según el calendario iraní termina dentro de dos semanas.

El jefe de la diplomacia de la UE y el negociador iraní «tuvieron el viernes en la mañana una conversación positiva y constructiva», indicó Gallach. El grupo 5+1 presentó el 14 de junio a Irán, por intermedio de Solana, una oferta renovada de cooperación, a cambio de una suspensión de su enriquecimiento de uranio por parte de Irán.

Los países occidentales temen que el programa nuclear de ese país esconda un aspecto militar, lo que Teherán ha desmentido siempre.
En su oferta, las grandes potencias «reconocen el derecho de Irán a desarrollar la investigación, la producción y la utilización de la energía nuclear con fines pacíficos» y proponen ayudar a este país a dotarse de las tecnologías «más modernas» en este campo y garantizar su abastecimiento en combustible nuclear.

Pero esta propuesta recuerda también que Irán debe plegarse a las cuatro resoluciones del Consejo de Seguridad -tres de ellas acompañadas de sanciones- que exigen la suspensión del enriquecimiento de uranio y una mayor cooperación con la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA).