Zapatero y Sarkozy se saludan en la reunión previa al Consejo Europeo, en Bruselas Foto: EFE

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EUROPA PRESS-BRUSELAS

Los líderes europeos apoyaron ayer en términos generales el proyecto de Unión por el Mediterráneo acordado por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, y por la canciller alemana, Angela Merkel, porque permitirá reforzar la cooperación entre la UE y los países del norte de Africa y Oriente Próximo y sobre todo porque se integrará en las estructuras comunitarias y porque incluye a todos los Estados miembros, y no sólo a los países costeros como quería en un principio Sarkozy.

Sarkozy y Merkel aprovecharon la cena de trabajo de la cumbre de primavera para presentar su proyecto al resto de jefes de Estado y de Gobierno. La canciller había rechazado la idea inicial del presidente francés por considerar que acabaría dividiendo a la UE y que excluía a Alemania de un área importante de integración comunitaria. También temía que pudieran usarse fondos europeos para un proyecto en el que no podían participar todos los Estados miembros.

El presidente francés ha acabado cediendo a las exigencias alemanas y modificando su proyecto inicial, lo que le permitió llegar a un acuerdo con Merkel en la reunión que ambos mantuvieron a principios de mes en Hannover (Alemania). En su proyecto conjunto, París y Berlín proponen que la Unión por el Mediterráneo tenga dos copresidentes, uno procedente de los Estados miembros y otro de los países del sur del Mediterráneo. También abogan por crear un secretariado permanente.

La canciller alemana explicó antes del inicio de la cumbre que la Unión por el Mediterráneo servirá para reforzar el Proceso de Barcelona, que desde 1995 ya reúne a los países de la UE y a 10 países del norte de Africa y Oriente Próximo: Argelia, Marruecos, Egipto, Israel, Jordania, Líbano, Autoridad Palestina, Siria, Túnez y Turquía.