Un patrulla militar estadounidense vela por la seguridad de un hospital local en Bagdad. Foto: REUTERS

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EFE/WASHINGTON La recuperación y reconstrucción de Irak siguen dificultadas por la seguridad, aunque este trimestre se redujeron al nivel más bajo en un año los ataques contra las fuerzas de EE UU, según un informe oficial estadounidense difundido y enviado ayer al Congreso. El informe de la oficina del Inspector Especial General para la Reconstrucción de Irak (SIGIR) de EEUU advierte, por otra parte, de que la ayuda económica entregada para reforzar la mayor presa de Irak, situada en Mosul, se ha administrado mal.

La presa de Mosul, la más grande de Irak, ha supuesto un problema para los ingenieros desde que fue construida en 1984, debido a la constante erosión de sus materiales, pero la situación ha llegado a constituir una seria amenaza para la zona ante la posibilidad de que se derrumbe de forma inminente. EE UU advirtió el pasado mes de mayo a las autoridades iraquíes del riesgo de esta catástrofe, que podría colapsar un área en el que vive más de medio millón de personas.La presa está «en continuo peligro» de romperse, ya que está construida sobre tierras inestables, constata el documento oficial.

La difusión del informe coincide con el debate entre los demócratas del Congreso estadounidense para estudiar si aprueban entre 50.000 y 70.000 millones de dólares para las guerras en Irak y Afganistán, menos de la mitad de la petición del presidente Bush, de 196.000 millones.

El republicano Bush acusó al Congreso, de mayoría demócrata, de «tomar como rehén» la financiación de las tropas estadounidenses en esas guerras.
El estudio de la SIGIR señala, sin embargo, que la «extendida corrupción y el poco progreso realizado hacia la reconciliación entre las distintas facciones religiosas y étnicas» siguen siendo retos para el futuro de Irak.

El análisis, firmado por el Inspector Especial, Stuart Bowen, califica la corrupción como la «segunda insurgencia» del país, que continúa ejerciendo «una fuerza corrosiva sobre la joven democracia iraquí».

«La situación general sobre la seguridad en Irak sigue dificultando los esfuerzos de recuperación y reconstrucción», añade el estudio.