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EFE-GUATEMALA La mínima diferencia de votos en las elecciones del domingo pasado entre el socialdemócrata Alvaro Colom y el derechista Otto Pérez Molina deja las espadas en alto para la segunda vuelta del 4 de noviembre a la presidencia de Guatemala.

Mientras tanto, la Premio Nobel de la Paz y líder indígena, Rigoberta Menchu, en su afán de conseguir el apoyo de ese sector social, que es y ha sido el más castigado por la pobreza y la violencia, logró apenas el 3 por ciento de los votos como candidata del izquierdista Encuentro por Guatemala (EG).

Con más del 96 por ciento de los centros de voto escrutados, Colom se adjudica un primer lugar con algo más del 28 por ciento de los sufragios, y Pérez Molina un 23 por ciento.

Con esos resultados el ganador queda muy lejos del 50 por ciento más uno de los sufragios necesarios que le exige la legislación electoral guatemalteca para evitar una segunda vuelta. Guatemala, uno de los países de Latinoamérica con mayor índice de pobreza, a pesar de ser una de las economías más fuertes de Centroamérica, y uno de los más violentos.

Por otra parte el ex dictador guatemalteco Efraín Ríos Montt logró un escaño como diputado por su partido Frente Republicano Guatemalteco (FRG) en las elecciones generales celebradas en Guatemala, logrando así la inmunidad legislativa que buscaba para evadir la acción de la justicia española, que quiere juzgarle por el genocidio maya.